Coloquio democracia y participación universitaria

Coloquio Democracia y Participación Universitaria [ 62 ] “La calidad en entredicho, la participación como demanda”¶ Patricio López, periodista de radio Universidad de Chile El Senado de la Universidad de Chile, al involucrarse en un debate sobre De- mocracia y Participación Universitaria que además incluye a académicos y estudiantes de otras casas de estudio de educación superior, demuestra com- prender su condición única, y por lo tanto de importancia política, respecto a una institucionalidad que busca hacer más colegiado el gobierno universi- tario. En ese tránsito emerge la reflexión sobre una conexión posible en la compleja trama que vincula calidad, excelencia y participación. En ella, las universida- des son tensionadas en dos dimensiones: hacia afuera, por el ámbito de toma de decisiones entre el mercado y Estado; y, hacia adentro, por la pugna entre democratización y decisiones centralizadas. A esto debe agregarse lo extremadamente vago que es el concepto de calidad, aún en los ámbitos académicos donde se trata de precisar. Es incluso proba- ble que en una instancia colectiva cómo ésta, a pesar de nuestros esfuerzos por articular la discusión, hayamos usado la misma palabra pero no hayamos pensado en los mismos aspectos y variables. Como sea, y desde el punto de vista procedimental, hoy la calidad en el caso de Chile está fundamentalmente consagrada por la acreditación, la que es se- veramente cuestionada por su falta de parámetros y por situarse en el ámbito del mercado. La transparencia del proceso, además, ha sido desacreditada por casos difundidos a través de los medios de comunicación. Parece haber consenso de que en Chile la acreditación, en todas sus modali- dades, no es en absoluto sinónimo de calidad pero sí de un enorme negocio, mientras el Estado se desentiende, tal como lo hace en general de los asuntos que supongan interferir en los proyectos de inversión privados. Esto es preci- samente lo que ha motivado las históricas movilizaciones de 2011. Resulta tan sintomático de los tiempos que corren como aberrante que la calidad no sea determinada por referentes académicos en un marco público, sino por empresas, sin perjuicio de que algunas de ellas hayan demostrado ser competentes en su labor. Ahí se ha creado una zona gris apropiada, incluso, para la corrupción. Si a esto se suma que universidades sin tradición han abusado de sus acredita- ciones para promoverse publicitariamente, se completa un cuadro en el que la palabra y el proceso pierden el valor que alguna vez se pretendió que tu- vieran. Con esta modalidad, adicionalmente, se generan los incentivos para que la calidad ya no sea un objetivo permanente de la comunidad universitaria, sino que sea una certificación a la que se postula en un periodo acotado y que se renueva cada cierto tiempo. Un trámite, que por definición es menos participativo y da menos certezas de excelencia que un proceso colectivo y permanente, más allá de que en la formalidad de los procesos de acreditación vigentes los estamentos universitarios sean consultados.

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