Coloquio democracia y participación universitaria

Coloquio Democracia y Participación Universitaria [ 40 ] Presentación “Participación y Conflicto”¶ Ennio Vivaldi, ex Vicepresidente del Senado Universitario, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Antes de dar paso a las ponencias de esta Mesa, quisiera mencionar algunas cosas que me preocupan. Entre las cosas típicas de los conflictos que se dan en la Universidad, está la discusión clásica de ventajas y desventajas de los procesos electorales de la autoridad, al ponerse limitaciones al liderazgo académico. Un segundo conflicto es que cuando se generan organismos colegiados por medio de instancias democráticas y participativas, hay siempre grupos inte- resados en descalificarlos porque tienen intereses de poder paralelo, porque tienen sus propios grupos de interés y, mucho peor, a veces con el llamado “sindicalismo académico”, que en el año 80’ reclutaba o reunía a las mentes más lúcidas de la oposición al régimen por la lucha por el retorno a la de- mocracia, esos organismos colegiados tienden a ser descalificados, por otros intereses que no son propios de la investidura de la Universidad. Otro conflicto que se nos da en la Universidad y que es sugerente -lo vivimos muchas veces en la época que me tocó vice presidir el Senado Universitario- es la autonomía que otorga el financiamiento externo a grupos académicos de excelencia, que los hacen más bien indiferentes al gobierno interno. Te- niendo su propia fuente de financiamiento pueden formar a su propia gente, haciendo que la vía interna no sea estrictamente relevante para ellos. Ese es evidentemente un efecto buscado. Otro tema importante de tener en cuenta a la hora de pedir participación, es este cambio drástico de Zeitgeist, de espíritu de la época que hemos venido viviendo, que consiste en un pragmatismo antitético al ideal renacentista, con su consecuente indiferencia hacia el entorno. Esto de que el ser humano se interesa en todo y se hace parte del entorno que lo rodea es una idea bastan- te desacreditada en el día de hoy y más bien abunda una idea de concentrar esfuerzos en aquello que rinde mayores créditos en lo personal. Una muy buena pregunta que tiene que ver con eso, creo yo, es qué parte de la crisis actual de la educación es porque todos los políticos, incluyendo aque- llos que lucharon contra la dictadura en su momento, dejaron de creer en la importancia que tiene la educación y la autovalencia del mundo intelectual. Dejaron de creer que la educación es algo que tiene un valor absolutamen- te independiente de cualquier transacción económica que pudiera girar en torno a ella. Y ese fue, probablemente, uno de los dramas que desencadenó esto: la convicción de que la toma de decisiones está en otra parte -que los académicos tienden a seguir sobre todo y también los estudiantes-. Pues vivi- mos en un sistema sobre determinado y cambiable que vincula el tema de la participación y el conflicto con la pregunta ¿qué gano yo con participar?, ¿qué me va o me viene con que vaya o no a una asamblea, que venga o no a esta ac- tividad, que participe activamente en la vida de los consejos de departamento o facultad?, etcétera. Y es parte sustancial de esta dictadura ideológica.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=