Texto y censura: las novelas de Enrique Linh

12 lados al discurso crítico-filosófico latinoamericano y, en fin» 4) como una irrisión del mismo lenguaje como instru­ mento válido de conceptualización y representación. E l P r o t e c t o r El discurso autoritario supone la interrupción del diálogo de una comunidad lingüística y cultural. En el ámbito de la comunicación discursiva, el diálogo es si nónimo de reciprocidad comunicativa» de reconocimiento de la plena expresión del otro. En el ámbito subjetivo, el diálo­ go es sinónimo de abertura a la segunda persona: el discurso del vo se deja modelar por un discurso que le es ajeno. Así, a nivel cultural amplio, el diálogo convoca una comuni­ dad que conjuga de modo dialéctico la idea de un "consenso disidente", de un "consenso público en disidencia". A nivel comunicativo, el discurso autoritario suprime la ins tancia de la interlocución. La situación ideal de comunica­ ción simétrica deviene una situación real de comunicación im perial: existe un yo que impone absolutamente su palabra so bre un otro; es decir» aquel otro no existe sino como proyec ción idéntica del yo, como su repetición en el espejo. Dicho en términos del Protector perpetuo de Miranda: Como mi padre, que debió trazar una línea de fuego para detener al invasor desaprensivo en la otra ori lia, yo tracé una línea de fuego ideológica, dejan do del lado de afuera de esa frontera a todo aque'l que puede atentar do palabra o de hecho contra núes tra ideología monolítica (p.251). Así, en los ámbitos histórico e ideológico, el discurso au­ toritario practica el olvido de la experiencia subjetiva del

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