En clave adolescente

EN CLAVE ADOLESCENTE ••• REFERENTES, PRÁCTICAS Y HÁBITOS DE CONSUMO AUDIOVISUAL SEGUNDA PARTE. Desafíos para la educación mediática de los adolescentes ••• 112 El fenómeno comunicativo de las redes sociales incrementa este potencial. Las redes permiten al adolescente sentirse integrado en un grupo de referencia, construir su identidad en un contexto de interacciones entre iguales. Es en este marco donde se comparten los referentes. En la Oregon University colocaron a 27 adolescentes ante una página web en la que tenían la oportunidad de oír y descargar música. A unos se les dijo qué canciones habían descargado antes sus colegas y a otros no. Los primeros tendieron a descargarse las mismas canciones. Luego dividieron a los adolescentes en ocho grupos y a todos les informaron exclusivamente de las canciones descargadas por los miembros de su grupo. La mayoría elegían esas, aunque las de un grupo no tenían nada que ver con las del otro. Finalmente, sometidos a resonancia magnética funcional, los adolescentes tenían que valorar videoclips de 15 segundos descargados de MySpace. Después se les informaba sobre el grado de popularidad de las canciones. Cuando la valoración que habían hecho coincidía con la popularidad de la canción, se activaba el área del cerebro relacionada con la recompensa. Cuando había divergencia entre la popularidad de la canción y la valoración que se había hecho, se activaban las áreas relacionadas con el sentimiento de angustia (Berns, 2009). Si todas las personas somos más o menos vulnerables a la presión de nuestros grupos de referencia, mucho más lo son los y las adolescentes, que están en una fase vital de inseguridad, de incertidumbre y de necesidad de refuerzo social (Livingstone, 2002). Un escenario propicio para los intereses del mercado. II. mitos de usar y tirar Las grandes culturas se definen por sus mitos, por sus héroes, por sus personajes de referencia. Desde Ulises hasta el Cid Campeador, pasando por Jesucristo, Buda o Mahoma las grandes culturas se han sustentado en unos personajes de referencia sólidos, perennes, de gran calado. Con frecuencia eran mitos eternos, perdurables. El hecho de que los personajes de referencia de las nuevas generaciones de adolescentes sean cambiantes, mudables, poco consistentes es un reflejo de la modernidad líquida de la que hablaba Zygmunt Bauman (2003), una sociedad en la que se ve y se trata como una ‘red’, en vez de como ‘una estructura’ (menos aún como una ‘totalidad’ sólida): se percibe y se trata como una matriz de conexiones y desconexiones aleatorias y de un número esencialmente infinito de permutaciones posibles. Hoy se consumen héroes con la misma facilidad y trivialidad con la que se consumen refrescos o helados, como confirman los datos sobre los referentes audiovisuales de los adolescentes chilenos. La necesidad de cambio y de ruptura de la etapa adolescente se da la mano con la necesidad del mercado de incentivar un consumo más o menos compulsivo. La calidad es sustituida por la cantidad. Se instaura el cambio como valor supremo.

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