CENECA Tv y comunidad

15 daba garantías adicionales de acceso a la radio a través de la distribución de algunas frecuencias a estaciones privadas de radio que cumplían los requisitos legales. No fue hasta 1970, sin embargo, que hubo un cuestiona - miento serio al monopolio público. Para ese entonces, la administración del monopolio origi^ nal había sufrido algunos cambios. En 1960, una nueva ley había fortalecido la autonomía en relación al gobier no de la Radio Televisión Belga, R.T.B., la antigua I.N.R.. La ley situaba la R.T.B. dentro de la adminis­ tración del Ministerio de Asuntos Culturales y quitaba el veto del Ministro sobre su administración como tam - bién su lugar de presidente de su junta. El Ministro y sus representantes llegaban a tener un papel de consul­ tores más que un papel de ejecutores dentro de la admi­ nistración de la R.T.B.. Las nominaciones para la jun­ ta directiva de la R.T.B., desde 1960 fueron hechas con un criterio de proporcionalidad de acuerdo con la distri bución de los diferentes partidos en el Parlamento y en consulta con ellos, asegurando, de esta manera, el plu­ ralismo dentro de su administración y programación. Después de 1960, la R.T.B. tuvo los estatutos y el presu puesto necesarios, pero no suficientes, para lograr su autonomía real y desarrollar actividades de información y documentación relativamente importantes. Sin embargo, su autonomía política y su independencia económica te - nían su costo. El limitado presupuesto público de R.T.B no permitió el desarrollo de una actividad importante en los campos de la creación artística de la programación; la prohibición a la publicidad comercial limitaba sus fuentes de financiamiento para otro tipo de programación Existía una fuerte presión por parte del sector privado, también de algunas tendencias políticas, para cambiar el monopolio público y dejar desarrollar una televisión pr vada y comercial. En parte, esta presión venía de las gencias de publicidad, casi exclusivamente filiales de compañías norteamericanas operando en Bélgica. La ley •H|C0|

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