Aportes al mejoramiento en la cadena de valor hortícola de la provincia de Chacabuco

67 CAPÍTULO VI CONSTRUCCIÓN DE VALOR EN LA INTERFACE PRODUCTOR-FERIA LIBRE-CONSUMIDOR CAPÍTULO VI René Cifuentes, Paulina Rivera y Gabriela Merino FACTOR HUMANO EN LA CONSTRUCCIÓN DE VALOR EN LA INTERFACE PRODUCTOR-FERIA LIBRE-CONSUMIDOR En Chile aproximadamente el 70% de la oferta de frutas y verduras se realiza a través de las ferias libres, según estimaciones realizadas por la Confederación Nacional de Ferias Libres, ASOF. De estos productos, la gran mayoría de ellos provienen de la pequeña agricultura nacional, principalmente a través de las Centrales de Abastecimiento y en un menor grado en forma de entrega directa desde el productor al feriante. Las Ferias Libres son parte de la historia de Chile, desde su fundación. En 1879 se tiene el antecedente de la primera feria normada en la ciudad de La Serena. En ella, así como en las siguientes ferias reguladas a lo largo y ancho del país quienes comercializaban los productos eran los propios agricultores, quienes realizando un gran esfuerzo combinabas las actividades de cultivo y comercialización directa. Con el correr de los años y como una forma de optimizar sus tiempos y hacer más eficiente su trabajo comenzó la intermediación de comerciantes, quienes iban al campo a comprar la producción de los agricultores y las llevaban a los pueblos y ciudades para comercializarlas, naciendo de esa forma los feriantes, que hoy son los que mayoritariamente forman las ferias libres, llegando a sumar 1.114 ferias en el país, con más 100.000 feriantes en prácticamente todas las regiones y comunas, según el último catastro de ferias libres realizado por Sercotec en 2016. En el año 2017, se cumplieron 50 años desde el comienzo de la reforma agraria. En esos años gran parte de la superficie del país era agrícola, así como gran parte de la población trabajaba en actividades relacionadas con el campo. Por ello, es que hoy, el grueso de la población tiene vínculos directos con personas del campo o en segunda tercera generación parental. No obstante esta situación, en nuestra sociedad se ha venido produciendo una transformación muy significativa, especialmente en los últimos 40 años Las tierras agrícolas han ido dando paso a la expansión urbana; también han sufrido los estragos del cambio climático, las sequías, las plagas, el aumento de la temperatura. La familia campesina ha ido experimentando la migración de sus hijos y nietos a las ciudades, en búsqueda de nuevos trabajos, alejados de las labores del campo. El progreso de las familias campesinas se funda en que surjan nuevos profesionales, que estudien carreras con proyección y posibilidades de buenos ingresos, que nos son precisamente las vinculadas a la agricultura. Esta situación, se explica de manera importante por la pérdida de rentabilidad en la producción agrícola, lo que ha generado la venta de muchos pequeños predios y por ende la reducción de los terrenos cultivables, especialmente en buenas tierras agrícolas en los alrededores de las ciudades. Es así como la oferta de productos de nuestros campos ha disminuido considerablemente, así como la calidad de los mismos, ya que la utilización de agroquímicos, pesticidas, fertilizantes sintéticos y otros insumos que dañan la tierra y los cultivos, han generado que las frutas y verduras no sean totalmente sanas. Por otro lado, las familias han ido cambiando sus estilos de vida y estilos de alimentación, lo que ha generado una considerable reducción en los niveles de consumo de frutas y verduras percápita, alejándonos de los estándares internaciones de la OMS, llegando a situarnos entre los países de más mala nutrición en Latinoamérica y el mundo. Esto ha llevado a altos índices de enfermedades que se producen debido a la deficiente alimentación en los adultos y de manera importante en los jóvenes y niños, según varios estudios del Ministerio de Salud. Este escenario general en el cual se desarrolló el proyecto y en el cual se realizaron las actividades de terreno. Los productores, los feriantes y consumidores, reconocieron esta realidad y sus opiniones, motivaciones y actitudes respecto de la participación en el proyecto FIC no estuvieron exentas de la propia visión que tenían de su entorno y por supuesto que afectó su propia realidad.

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