Aportes al mejoramiento en la cadena de valor hortícola de la provincia de Chacabuco

64 APORTES AL MEJORAMIENTO EN LA CADENA DE VALOR HORTÍCOLA DE LA PROVINCIA DE CHACABUCO Dimensión tres: Disminuir la vulnerabilidad, mejorando la capacidad de adaptación. Las principales líneas de acción que conducen a mejorar la capacidad de adaptación de la agricultura están referidas a: 6. Gestión eficiente del agua. Por lo general el agua se administra con bajos niveles de eficiencia en la agricultura, no obstante esta actividad, en áreas de riego, es la mayor consumidora de agua. La pequeña agricultura por lo general tiene limitado acceso a los recursos hídricos, lo que agrava el problema. Se requiere diseñar sistemas de riego y de conservación de agua que maximicen la eficiencia de uso, a bajo costo, aplicable a pequeñas escalas. Mucho de estos sistemas pueden ser de autoconstrucción como los sistemas de cosecha de aguas lluvia, los sistemas de infiltración, los sistemas de riego sub-superficial. Importante es realizar una recopilación de técnicas tradicionales, las cuales fueron abundantes en el periodo pre colonial en la región. 7. Gestión eficiente de la energía e insumos. La competitividad de la agricultura depende fuertemente de la relación insumo/producto que cada sistema de producción pueda lograr. La autogeneración de energía (biogás, biomasa), el reciclaje de nutrientes y materia orgánica (compostaje, digestato, bioabono), la minimización de uso de agroquímicos mediante prácticas agroecológicas (biodiversidad, animales predadores, enemigos naturales, uso de productos de bajo impacto, manejo del suelo) pueden ayudar grandemente a mantener la sustentabilidad y competitividad de la pequeña agricultura, haciendo más eficiente la relación insumo/ producto. 8. Sustentabilidad del patrimonio natural de la agricultura. La integración de la agricultura al paisaje (o al territorio) será un paradigma del siglo. Esta actividad es consumidora y productora de servicios ecosistémicos por lo que se deberán diseñar estrategias de integración que potencien estos servicios (biodiversidad, infiltración de agua, cadenas tróficas de organismos benéficos, valores estéticos, conservación de especies amenazadas, nichos ecológicos). Se requiere avanzar en protocolos de identificación, evaluación e integración de servicios ecosistémicos entre los sistemas agrícolas y el entorno (De Fries y Rosenzweig, 2010). El concepto de protección colectiva del patrimonio natural al interior de unidades territoriales (distritos de conservación, cuencas) ha sido poco desarrollado. La pequeña agricultura puede ser oferente y receptora de estos servicios, incluido el agroturismo que podría derivar de estas acciones. 9. Diseño de sistemas de producción sustentables. Dar sustentabilidad a los sistemas de producción es mucho más que buenas prácticas agrícolas, se requiere un buen sistema de decisiones basada en riesgos, de información oportuna, de protocolos de gestión ambiental de bajo impacto (reducción de huellas de C, del agua y ecológica), de una administración racional de los recursos económicos, de los sistemas de comercialización de insumos y productos, de una capacidad de reacción frente a los imprevistos. Hasta ahora las instituciones han parcelado el conocimiento y lo han transferido como tal, sin una necesaria visión de conjunto. La apuesta es a desarrollar visiones sistémicas dela estructura y dinámica de las unidades de producción (granjas) que permita asistir a los agricultores en la gestión del conjunto de factores de éxito, frente a un clima cambiante que exigirá ajustes periódicos del sistema. 10. Capacitación para la adaptación al cambio climático. En la actualidad existe un importante déficit en las capacidades de los diferentes actores (agricultores, asesores técnicos, transferencistas, administradores públicos) en materia de adaptación al cambio climático. Hay una cierta desorientación respecto de la naturaleza de las amenazas, la vulnerabilidad de los sistemas, los niveles y el tratamiento de los riesgos agroclimáticos, el rol de la tecnología, los cambios de uso del suelo, la jerarquización de las amenazas y sus soluciones. El déficit más grave podría estar radicado en los agentes públicos encargados de llevar adelante las políticas públicas en materia de adaptación, lo que limita la eficacia del Estado en la materia. 11. Políticas públicas para una agricultura sostenible (instrumentos de fomento, financiación, estrategias, participación, ética e inteligencia ambiental, prospectiva agrícola). Una línea de acción particularmente importante es la dinamización de las políticas públicas para la adaptación al cambio climático (PPA). El rol de las instituciones internacionales es clave, considerando que tienen la posibilidad de transferir experiencias exitosas entre los Estados. No todos los estados tienen las mismas fortalezas y experiencia, por lo que abrir canales de cooperación en PPA permitirá aprovechar los casos exitosos y prevenir los errores que ya se han cometido. Hay países con más avance en protección de la biodiversidad, otros con tecnología hídrica, otros con organización de los productores, con análisis de vulnerabilidad, con capacitación, con instrumentos de fomento a la adopción de

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