Aportes al mejoramiento en la cadena de valor hortícola de la provincia de Chacabuco

63 CAPÍTULO V LOS COMPONENTES DE UN PLAN DE ADAPTACIÓN. En esta sección se resumen las líneas de acción donde se requiere investigación, innovación y capacidades humanas e institucionales que contribuyan eficazmente al éxito de los procesos de adaptación en cada país. Dimensión uno: reducir la exposición. Las principales líneas que conducen a reducir la exposición están referidas a: 1. Evaluación y gestión de riesgos agroclimáticos . El riesgo resulta de la combinación de la sensibilidad de las plantas frente a un fenómeno y la exposición a este. Se necesita conocer, cuantificar y modelar la sensibilidad de los cultivos en sus diferentes fases, frente a diferentes fenómenos climáticos. Esto se puede lograr a través de protocolos experimentales o a través de registros de campo tomados en largos periodos y en una diversidad de condiciones climáticas. A través de grandes cantidades de datos de terreno se pueden validar modelos que luego pueden ser usados en la evaluación espacio-temporal del riesgo de modo de apoyar el diseño de políticas de fomento, de seguro agrícola y directamente al sistema de decisión de los agricultores. El manejo cuantitativo del riesgo puede conducir a zoneamientos de riesgo, establecimiento de potenciales de producción y sistemas de apoyo a las decisiones de los agricultores. 2. Sistemas de alerta temprana. En la actualidad es una necesidad proveer apoyo a la agricultura mediante sistemas de alerta de corto plazo (horas), mediano plazo (semanas) y largo plazo (meses). Existen numerosos centros mundiales y de cada país que generan información de apoyo para elaborar información que alerte a los agricultores en áreas donde ellos tienen la capacidad de reaccionar (gestión del agua de riego, protección contra lluvias y granizos, protección sanitaria, programación de siembras, de cosecha, gestión del forraje y cargas animales). Dimensión dos: atenuar los impactos Las principales líneas que conducen a mitigar los impactos están referidas a: 3. Diseño de sistemas silvoagropecuarios. El monocultivo no parece ser la mejor estrategia para la pequeña y mediana agricultura, por cuanto conlleva elevados niveles de inestabilidad productiva incompatible con los objetivos de pequeños productores. El aumento de la variabilidad climática aconseja el uso de sistemas de cultivo mixtos, donde la simple diversidad de especies atenúa considerablemente el riesgo agroclimático. Adicionalmente, la combinación de especies leñosas altas con pisos de plantas anuales puede beneficiar a estas últimas por la reducción del estrés térmico y radiativo proporcionado por la semi-sombra del estrato alto. La diversidad específica podría igualmente contribuir a un mejor control de las amenazas biológicas, mejorando el equilibrio de predadores o de enemigos naturales de las plagas principalmente. En los sistemas pecuarios serán de particular utilidad la herramientas para optimizar las cargas animales en función de los pronósticos agroclimáticos, los sistemas de pastoreos biodiversos multi-estratificados, los sistemas de conservación de forraje, todo ello ayudará a disminuir la incertidumbre (FAO, 2007). 4. Cultivos protegidos y gestión del estrés bioclimático. Son numerosas las tecnologías que permiten proteger a las plantas cultivadas de los extremos climáticos y reducir los niveles de estrés provocados por estos. Se hace necesario investigar la eficacia de estas, así como la reducción de costos de las estructuras y sistemas de manejo, de modo de hacerlas compatibles con la pequeña y mediana agricultura. Estas tecnologías van desde las cubiertas sintéticas, los sistemas de control de heladas, de enfriamiento por mallas, hasta productos químicos para reducir la exposición solar. 5. Recursos genéticos resistentes y resilientes. Prácticamente en todas las áreas de la región, se cuenta con variedades y razas de especies cultivadas que, por razones comerciales, se han dejado de cultivar. Estas representan un interesante potencial genético las cuales pueden ser mejoradas o servir como fuente de genes para agregar rusticidad a variedades comerciales. Se necesita hacer un exhaustivo catastro de recursos genéticos locales (land races) por especie. A partir de esto se puede iniciar un programa de intercambio de material entre regiones de modo de testear las conductas ambiente x genoma en una gran cantidad de combinaciones. Ello podría servir además, para identificar genes particularmente interesantes para adaptar las especies a climas más extremos. Esta experiencia podría ser usadas para crear un repositorio de material genético por especie.

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