Aportes al mejoramiento en la cadena de valor hortícola de la provincia de Chacabuco

18 APORTES AL MEJORAMIENTO EN LA CADENA DE VALOR HORTÍCOLA DE LA PROVINCIA DE CHACABUCO Estudios actuales dan especial realce a la comunicación y la creación de confianza, como base para el éxito de cualquier programa en los territorios, destacando que “la comunicación permite generar un sentido de pertenencia, una cultura colaborativa, un cuerpo de conocimientos con distinciones que se comparten y que refuerza el sentido de pertenencia a la red” (FAO, 2016). Esto posibilita la participación de los actores locales en dinámicas de desarrollo y su empoderamiento, para construir propuestas y superar sus problemáticas “la generación de confianza, las relaciones de reciprocidad, la interacción social y la cooperación entre los actores de un territorio es una fuerza que acaba siendo importante para dinamizar las economías y hacer de los espacios locales algo más que un lugar para la producción de fibras y energía; eso implica una tendencia a realizar cambios institucionales y productivos para ver a los territorios como espacios de construcción social.” (FAO, 2016). La comunicación y participación permiten pasar de un sistema tradicional de transferencia de tecnología que “se resume en tres pasos: alguien genera la tecnología, se la pasa a alguien que debe transferirla, y le llega al agricultor. Con un flujo de retroalimentación por el mismo circuito. Esta es una transacción muy costosa y conlleva a una pérdida de información y contenido de importancia. En la actualidad se trabaja con un sistema mucho más dinámico de intercambio de conocimiento, donde todos los actores conversan y forman alianzas estratégicas, identificando sus necesidades” (FAO, 2016), es esencial fortalecer el proceso de organización, gobernabilidad y control social a nivel local. Las prioridades de los actores de los territorios rurales son pertinentes a su realidad, el considerarlas, facilita el fortalecimiento de la agricultura familiar campesina y su papel dinamizador del territorio a través de sus múltiples funciones, no sólo relacionadas con la producción de alimentos, sino también en “la generación de empleos, la preservación del medio ambiente y la vida cultural de un territorio” (FAO, 2016). LA PARTICIPACIÓN EN LOS PROGRAMAS TERRITORIALES Algunas de las principales características metodológicas consideradas para el levantamiento del diagnóstico participativo son (FAO, 2005): El conocimiento se combina con la práctica. El uso de métodos comprensibles de investigación aceptados por la comunidad para promover la toma de decisiones conjuntas y la apropiación del proceso. El papel de los expertos no solo se remite a la compilación de información sino a facilitar que los actores alcancen el nivel de conocimiento aplicado necesario para este proceso. La promoción de actividades de entrenamiento para, líderes y representantes locales. Las actividades de facilitación deben llevarse a cabo para consolidar relaciones de colaboración/alianza entre los actores y las instituciones. Las 3 herramientas principales utilizadas durante el proceso diagnóstico fueron: Encuestas productivas dirigidas a los pequeños agricultores de las comunas de Lampa, Tiltil y Colina. Entrevistas a actores clave aplicadas a feriantes, productores y equipos PRODESAL. Talleres de autodiagnóstico dirigidos a consumidores, feriantes y productores. Mientras la encuesta se centró en caracterizar las unidades productivas de pequeños productores agrícolas del territorio, las entrevistas y talleres profundizan en la evolución y los problemas que existen actualmente para lograr un mejor encadenamiento entre productores, feriantes y consumidores, e identifican posibles formas de superar esos problemas. PROCESO DIAGNÓSTICO Y DEFINICIÓN PARTICIPATIVA DE LOS PRINCIPALES HITOS DEL DESARROLLO DEL PROYECTO.

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