Actas de las I jornadas del régimen jurídico de las aguas

201 Maipo-Mapocho los incas construyeron acequias para captar aguas desde el Mapocho para regar los sectores de Apoquindo, Tobalaba y Conchalí; y del Maipo para regar los sectores de Malloco, Talagante y Calera de Tango 2 . Posteriormente, en la época de la colonia bajo el imperio del Derecho Indiano, si bien las aguas eran un bien realengo, comenzó a aplicarse en nuestro territorio el régimen de otorgamiento de “mercedes de aguas”, antecesor jurídico del actual derecho de aprovechamiento, el que iba asociado a la entrega de mercedes de tierra para su explotación agrícola. Estas concesiones fueron hechaspor losgobernadoresycabildosde laépoca, nombrándosefuncionarios especiales para implementar y fiscalizar los sistemas de distribución y para resolver los problemas que se suscitasen entre los titulares de las mercedes en el ejercicio de las mismas. Es así como al alarife le correspondió trazar las acequias y disponer el reparto de agua a nivel predial; y al Alcalde de Aguas aplicar las multas a quienes infringieran las ordenanzas de reparto y demás disposiciones legales. Tal como ocurre hasta el día de hoy, los usuarios del agua debían financiar sus captaciones (o tomas) y mantención de acequias bajo apercibimiento de multas establecidas por el Cabildo 3 . Es así como en la época colonial temprana, las posibles colisiones de los usos de las aguas –y la correspondiente regulación– se presentaban no en la fuente propiamente tal (río) sino que a nivel de predios, al interior de la red de acequias y canales. Los problemas a nivel de fuente comenzaron lógicamente a producirse con el paso del tiempo, específicamente con la expansión urbana y el desarrollo de la agricultura – que pasó de subsistencia en el siglo XVI, a una de exportación en el siglo XVIII. En efecto, en un mismo río ya no había una sola toma para una pequeña ciudad que extraía el agua para sus quehaceres domésticos y cultivo de sus chacras, sino que varias más para satisfacer obras de regadío mayor, construidas por los titulares de estas mercedes para regar amplias extensiones de terreno. Como era de esperar, los conflictos no solían presentarse en épocas de abundancia, en que los distintos titulares podían extraer libremente aguas desde el cauce sin perjudicar derechos ajenos, sino que se presentaban en los periodos de sequía, en que los titulares se veían compelidos a acatar normas de distribución. Estos problemasmovieron al legislador, desde los albores de la Independencia, a dictar disposiciones que regularan estas situaciones; sin embargo, estas fueron escasas, dispersas e inorgánicas. Con el correr del tiempo se notó que “el hecho de correr confundidas por un mismo cauce –natural o artificial– las aguas pertenecientes a distintos dueños”, daba lugar a la 2 COMISIÓN INTERNACIONAL DE RIEGO Y DRENAJE (ICID) (1997), p. 27. 3 VILLALOBOS, S. y MENDEZ, L. (1997), p. 30.

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