Modelo Educativo

24 CAPÍTULO II Desde este enfoque, que entiende la equidad y la inclusión como una cuestión de derechos, las distintas problemáticas que afectan a las trayectorias académicas de los estudiantes se comprenden como ám- bitos de responsabilidad compartida entre estos y la institución que los recibe, por lo que a la universidad le corresponde la generación de oportunidades formativas y recursos adecuados para que los estu- diantes logren los aprendizajes esperados (Donoso y Cancino, 2007). Por todo esto, la Universidad de Chile asume la promoción de la equi- dad y la inclusión de la diversidad como un mandato ético, político, social e intelectual que releva y actualiza su tradicional compromiso con el desarrollo del país, el conocimiento y la ciudadanía activa. Esteprincipio se sustenta en la identidadde laUniversidaddeChile, que, por su carácter de institución pública, laica y republicana, asume que sólo puede ser pluralista si garantiza la diversidad de sus integrantes; que sólo puede cumplir su papel de institución pública si se hace cargo de las desigualdades sociales y educativas que esta diversidad conlleva; y que sólo puede ocupar un rol de liderazgo académico si proporcionaunaeducacióndealtacalidadque favorezcaefectivamente el desarrollo del conocimiento, a través de la participación de las múltiples miradas que ofrece la diversidad. Valorar la diversidad como un aporte para el desarrollo del conocimiento y como una oportunidad para ser mejores, requiere de una comunidad universitaria fortalecida a través de la generación de instancias de colaboración entre directivos, académicos, estudiantes y funcionarios; una comunidad que entiende su rol en contextos de diversidad reflexiona en torno al problema y es capaz de implementar las estrategias definidas en conjunto (Oficina de Equidad e Inclusión, 2013).

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