Innovando en la educación superior: experiencias clave en Latinoamérica y el Caribe 2016-2017. Volumen 2: metodologías activas de enseñanza y aprendizaje

VOLUMEN 2: METODOLOGÍAS ACTIVAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE 231 Estrategia de innovación Con la finalidad de incorporar de manera efectiva al estudiante al proceso evaluativo se dise ó un modelo progresivo de evaluación compartida, donde se verifique un proceso dialógico que mantiene el profesor con sus estudiantes sobre la evaluación de los procesos de ense anza y aprendizaje que tienen lugar durante el desarrollo del curso (P rez Pueyo et al., 2011, p. 37-38). Con ello, se busca que el rol del estudiante en la evaluación adquiera mayor relevancia y que asuma más responsabilidades. El modelo fue dise ado pensando en aplicarlo a presentaciones orales de los estudiantes, tales como disertaciones, debates, defensas, e incluso simulaciones o juegos de rol, y consiste básicamente en que mientras el estudiante realiza su presentación, el docente aplica la rúbrica de evaluación junto a otros dos estudiantes –uno ya evaluado y otro que será evaluado más tarde–, de modo que la determinación de los grados de satisfacción de los distintos criterios de evaluación surgen del acuerdo de esta “comisión evaluadora”. Luego de la presentación, el estudiante que realizó su presentación se autoevalúa, y finalmente se le comunica el resultado de la evaluación practicada en t rminos de un acuerdo colegiado, iniciando por la retroalimentación de los estudiantes evaluadores y culminando por la del docente, quien sólo interviene si los estudiantes evaluadores no abordaron algún punto o si discrepa de alguna manera con la retroalimentación de stos. En este sentido, se prefiere que la retroalimentación provenga de los pares. Un aspecto importante de este modelo es que el formato no apunta sólo a generar una evaluación más objetiva y democrática respecto del estudiante evaluado, sino que tambi n busca el desarrollo de habilidades de nivel superior en los estudiantes que evalúan a sus pares, de forma que mediante el uso efectivo de las rúbricas puedan identificar qu es lo que se espera de su propio desempe o, teniendo a su vez la oportunidad de aplicar las materias aprendidas durante el desarrollo del curso o unidad mediante la evaluación. De ah que el modelo contemple la figura de dos estudiantes que evalúan junto al profesor: a) uno que aún no realiza su presentación, de manera que tiene la oportunidad de ver y vivenciar la aplicación de la rúbrica, as como representarse con antelación lo que el profesor y sus compa eros evaluarán de l; y b) un estudiante que ya realizó su presentación, quien puede llegar a procesos reflexivos más profundos luego de evaluar a otro, ser evaluado, autoevaluarse y volver a evaluar a otro. Como consecuencia de lo se alado, se deriva lo que hemos denominado como un “Modelo Progresivo de Evaluación Compartida para Presentaciones Orales”, cuyas etapas se estructuran bajo el siguiente esquema: Figura Nº 1: Proceso de evaluación de presentaciones orales.

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