Heroísmo sin alegría

47 tabilidad de sucesiones, una inmovilidad de sucesiones, un eje abstracto, como mi suegra. O como un anteojo, semejante a una victrola, parecido a una pistola, o como un cortaplumas fino, o lomismo que un automóvil e igual a una botella de cham– pagne, a un pendentif de diamantes ne– gros con ópalos de guillotina, a un panta– lón de mujer triste y a esa máquina, tan matemática, que todos hemos hecho, to· dos, en todas las cosas, con aquel gran material de los sueños _dispersos, el poema es terminante y concluído; funciona como vuestro reloj de pulsera en la muñeca del universo y está montado en ejes mundia– les; ahora, su imán exterior atrae y distan– cia ultragirando, produciendo abismos, im– plantando asuntos fundamentales, en con- dición de 6rden perenne hácia toda la rosa de los vientos, multiplicándose, plurali– zándose, sincronizándose. Seguramente tengo miedo de que de tanto rascarme y sacarme quede, al final, el hueco, sólo el hueco de mí mismo, quede, al final, el vacío giratorio y espantoso de mí mismo, la esperanza deteriorada. Alguna vez afir– mé yo que era cochino desparramar tas en.trañas encima de la escl'itura. Es menes-

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