10
“Prevenir para no tener necesidad de curar, el gran principio de la higiene fisiológica, es
también el gran principio que domina toda la higiene social”,
indicaba Schade, haciendo ver
que, de esta forma, se podría evitar errores, economizandomillones al país
3
.
Se debía lograr que el crecimiento, la expansión, la evolución de las ciudades se hiciera
conforme a un
“plan ordenado
”, donde se encontrara previsto todo un desarrollo futuro, de
acuerdo a las necesidades de tránsito, de higiene, y de estética.
“¡Que el plan contemple aquellas
futuras necesidades estudiadas con discernimiento y amplio criterio previsor!”
, proponía
Schade, y agregaba más adelante:
“Ha llegado, pues el momento de trazar las líneas del plano
regulador y de expansión de la ciudad, es decir el gráfico que hade encerrar, prever y organizar
su futuro desarrollo”
4
.
Se recordará que la legislación que estableció en diversos países de Europa entre los años
1867 y 1900 (Italia en 1865; Suecia en 1874; Prusia en 1875; Holanda 1901), la obligación para
municipios de ciudades demás de diezmil habitantes, de establecer sus planos reguladores, había
considerado como principal objetivo de ellos, las alineaciones de las calles mal conformadas por
un desarrollo urbano desordenado. Dentro de esa misma finalidad se había establecido como
medida de previsión el trazado preventivo de las áreas de extensión urbana.
Fue sólo desde el año 1900 en adelante que en Europa se comenzó a ver que estas
regulaciones eran insuficientes, por lo cual se comenzaron a estudiar y a poner en práctica
paulatinamente, nuevas disposiciones en resguardo de la higiene y seguridad públicas. El
“Town
Planning Act
” inglés de 1909 (mejorado en los años 1919, 1923, y consolidado en 1925), con
otras leyes sobre la misma materia, y la ley francesa
“Cornudet
” del año 1919, y mejorada en
1924, ampliaron las finalidades de los anteriores planos de mejoramiento y extensión urbana
para
“mejorar y asegurar la salubridad y comodidad urbana, por medio de la limitación
minuciosa del número de predios edificables por hectárea y la altura y carácter de la
edificación
”; la ley inglesa consideró, además, la planificación regional controlada por medio de
Comités Regionales formados por diferentes autoridades cuando diversos Municipios
constituyeran un solo conjuntourbano
5
.
3
Ibid.
4
Ibid.
5
MUÑOZMALUSCHKA, Luis, (1935), "El plano de transformación de Santiago", en: ARQUITECTURA, N° 1,
Ed. Antares, Santiago, Agosto de 1935.