Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

162 JACQUES MARITAIN verdadera razón et1, como lo decía también Ra• muz, que, antes de ser un teórico antisocial, Rousseau nació "asocial"; y que dijo de una manera incomparable la condici6n de un alma hecha así. Los hombres sienten naturalmente respeto por los .anacoretas; comprenden por instinto que la vida solitaria es de sí la más exenta de disminución y es la más próxima a las cosas di- vinas. La fuga trágica del viejo T olstoi la víspe- ra de su muerte, {no se debe ante todo a este instinto? Y tantas partidas, tantas errancias. "Quoties inter homines fui, minor horno redii". En grados diversos, filósofos, poetas, contero• plativos, aquellos éuya o::ieración principal ea del intelecto, saben demasiado bien que en el hombre la vida social no es la vida heroica del espíritu, sino el dominio de la mediocridad, y con más frecuencia de la mentira. Opresión de la contingencia y del artificio, de la cual los poe- tas y los artistas, como son }03 menos desliga- dos de lo sens:b!e, sufren más sensible~nte, pero tal vez 1:0 más cruelmente. Sin embargo, todos tienen necesidad de vivir vida social. en la medida en que la vida misma del espíritu de- be emerger de una vida humana, "racional" en ei sentido estricto de esta palabra. La vida solitaria no es humm1a: bajo el hom- bre o sobre el hombre. "Exist~ ¡:>nra el hombre un doble modo de vivir solitario: ya sea que no ,ioporte la &0cicdad humana, n causa de la eal-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=