Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

68 ―Hay otra consideración todavía, sacada del Derecho de Gentes necesario, y que se opone de la manera más fuerte a la admisión del derecho de conquista por S. M. C. [Su Majestad Católica}. Sigamos lo que dice sobre esto el más sabio y más célebre de los publicistas moderno 89 : ‗Una guerra injusta no da ningún derecho, y el soberano que la emprende se hace delincuente para con el enemigo a quien ataca, oprime y mata, para con su pueblo, invitándole a la injusticia, y para con el género humano, cuyo reposo perturba‘ […}‖. ―Desde el descubrimiento del Nuevo Mundo hasta ahora no hay un solo publicista que se atreva a sostener que la guerra de la España contra los pueblos de América haya sido justa. Las naciones del Perú, de Chile, de México y de Bogotá, desconocidas hasta entonces a los españoles, no habían podido hacerle la ofensa más ligera. Por consiguiente, las agresiones de estos últimos, injustas en su origen, atroces en su ejecución, no pueden darles el más ligero derecho; y como el mal que la Corona de España ha hecho es irreparable en sí mismo, no le queda otro medio, según la disposición ya citada, sino el ofrecer una justa satisfacción, que no puede encontrarse sino en la evacuación inmediata de sus tropas del Continente Americano, y en el reconocimiento de la independencia de los pueblos que hasta hoy componen las colonias llamadas hispanoamericanas. ―Estos son los verdaderos principios, las reglas eternas de la justicia, las disposiciones de aquella ley sagrada, que el Derecho de Gentes necesario en virtud del Derecho Natural impone a las naciones. Pero, pues que por una fatalidad enemiga del género humano, se hace imposible alegar el Derecho Natural y necesario, dejándolo solamente a la conciencia de los soberanos, nosotros examinaremos, sin embargo, lo que el Derecho de Gentes voluntario, establecido para la salud y ventajas de la sociedad, y sancionado por el consentimiento general de todos los pueblos civilizados, haya establecido acerca de las pretensiones del Rey Católico. ―En virtud del Derecho de Gentes voluntario, obligatorio de todos los soberanos, hallamos ‗que solamente una guerra declarada en forma debe ser mirada, en cuanto a sus efectos, como justa de una y otra 89 Vatel, lib. 1, Cap. 18, Par. 208: Nota de Miranda. Se trata de Droit des Gens , la renombrada obra de Vatel.

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