Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

111 hombre eminente y que desempeñaba el empleo más alto en el sistema colonial de España. La activa mente del patriota venezolano comprendió lo que aquel encuentro podía valer para sus planes, y como su adolescente discípulo fuera de una índole afable y de un modesto comporte, tomólo en afección y le prestó desde luego su deferencia y casi su amistad‖ 171 Vicuña Mackena describe a continuación la escena en que joven Riquelme conoció los hechos de Miranda y sus planes independentistas para toda la America española, escena que el propio Libertador de Chile recordó en un escrito: ― Cuando el patriota caraqueño estuvo persuadido de que su amigo era digno de ser su confidente, y cuando había pasado cerca de un año y medio desde su primer conocimiento personal, resolvióse a contarle los azares de su vida revolucionaria, los pasos para lo futuro, descorriendo así delante de los ojos deslumbrados de su entusiasta amigo el panorama de los magníficos destinos de esa América, patria común de una sola familia que llevaba entonces apellidos diferentes. No es fácil imaginarse el gozo de aquella alma espansiva y capaz de las más generosas impresiones.-«Cuando yo oí, nos dice él mismo en su fragmento citado, aquellas revelaciones y me posesione del cuadro de aquellas operaciones, me arroje en los brazos de Miranda bañado en lágrimas y besé sus manos». Y luego añade que, estrechándole aquél con efusión contra su pecho, le dijo estas palabras que copiamos textualmente: « Sí, hijo mío, la Providencia Divina querrá que se cumplan nuestros votos por la libertad de nuestra patria común. Así está decretado en el libro de los destinos. Mucho secreto, valor y constancia son las éjidas que os escudarán de los lazos de los tiranos» 172 El historiador reproduce después el documento que Miranda entrego a O`Higgins cuando este en 1799, a los 21 años de edad, dejó Londres, escrito que tituló «Consejos de un viejo sud-americano a un joven compatriota al regresar de Inglaterra a su país». Copiaremos también nosotros más adelante esas páginas, que debíamos conocer bien todos los chilenos para cobrar más conciencia de la grande y especial deuda que tenemos con el Precursor, no sólo en calidad de latinoamericanos, sino por el hecho de que aquél fue el mentor directo del Libertador de Chile. Veremos cómo el propio O‘ Higgins afirma esto último en forma expresa. 171 Ibid ., 61. 172 Ibid., 62-63.

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