Ser-humano (cartografía antropológica)

— 108 — 3 En plena correspondencia tanto con el ser humano como centro como con el ser humano finito (que articulan en sus principales trazos la modernidad) está la concepción de la conciencia como tribunal, que encontramos en la “Teoría de la virtud” de la Metafísica de las costumbres (1787) de Kant 69 . Ello se condice a su vez con la concepción que tiene el filósofo prusiano de la Ilustración. Kant define a ésta en el sentido de que el hombre habría alcanzado la madurez, la mayoría de edad ( Mündigkeit ) con la Ilustración y ello se refleja en que el hombre ahora se puede valer de su propio entendimiento y no necesita apoyarse en supuestas verdades dadas por algo Otro, como puede ser un texto sagrado. Es decir, ello apunta a la autonomía: el hombre ilustrado es autónomo y marca con ello el rumbo a seguir para las futuras generaciones. “Ilustración es la salida del hombre de la inmadurez / Unmündigkeit /, de la cual él mismo es responsable. La inmadurez es la incapacidad de servirse de su entendi - miento sin la dirección de otro. De propia responsabilidad es esta inmadurez, si se considera que la causa de ella no está en una carencia del entendimiento, sino de la resolución y de la valentía de servirse de él, sin la dirección de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten la valentía de servirte de tu propio entendimiento! es de este modo el lema de la ilustración” 70 . Pues bien, la concepción de la conciencia como tribunal, en la medida que re - conocemos que hay ese tribunal en nosotros, supone que nos desdoblamos en juez, acusado, fiscal acusador y abogado defensor. Kant reconoce que esta re - presentación de un tribunal en que se es juez y parte, es espuria, mas en ello no hay alternativa. Es más, justamente y de acuerdo con el texto sobre la Ilustra - ción, podemos decir que nuestra mayoría de edad que hemos alcanzado como humanidad, consiste en que nos podemos desdoblar de esa forma, y que no necesitamos una instancia ajena a nosotros para darnos un orden moral y saber qué decidir y hacer en consecuencia. Ahora se constituye y se impone una moral autonómica y que enfrenta abiertamente la moral heteronómica tradicional 71 . Con Kant destaca especialmente el supuesto poder de la conciencia y su voz sobre nosotros, de la que no podemos rehuír. De algún modo ello ha estado tácitamente presente en las concepciones del daimon y de la syntéresis , mas es significativo que justamente en una concepción ante todo autonómica de la 69 I. Kant, Metaphysik der Sitten . Ed. por Karl Vorländer, Leipzig, 1907. Ed. cast.: Metafísica de las costumbres . trad. de Manuel García Morente, Madrid: Espasa 1921. 70 I. Kant, Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung ? /Respuesta a la pregunta: ¿Qué es ilustración?/ , en: Kants Werke , vol. 3, Edic. de August Messer, Berlin y Leipzig, s/a., p. 636, trad. mía. 71 Hay que tomar en cuenta aquí que Kant usa el término ‘Moral’ en un sentido peculiar, muy cercano a lo que entendemos por ‘ética’.

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