Memoria histórica sobre la revolución de Chile : desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814

•uoau HISTÓRICA. -último no se hallaban igor y fortaleza en el Gobierno, que desampara­ do de todo, y solo entregado al consejo y direccion de dos o tres em­ pleados de mediana aut.oridad y aceptacion, se veía precisado a sostcne!" , o o n tan débiles arbitrios el timon de la nave combatida por todas par­ tes del furioso choque de tan desecha tormenta. A esto debe agregarse -que los Comandantes de las pocas tropas que g uarn ec ían esta Capital, es­ taban cont�minados, y acordes cop los sediciosos (exceptuando el de Ar. till e rfa a quien no pudiendo estos atraer a su partido por entónces lo su­ ijlíeron engañar, que para el efecto es lo mismo) todo lo ignoraba el jefe -y los que lo rodeaban, o por lo ménos aparentaban ignorancia segun de­ ducíamos de la série y método de sus operaciones y providencias, que demostraban al público bastante confianza y 5eguridad, fundadas sin du­ da en el apoyo y último recurso de las armas. Este es el crfti_!:o y deli­ cado estado de Chile en los dias que llegaron a manos del Capitan Jene­ ul los avisos de nuestro Embajador en Filadelfia el Sr. Don Luis Onis, quien como centinela avanzada, o por mejor decir Argos, qoe veía los infinitos enemigos y peligros que en aquel punto de reunion se dispo­ nían y 11reparaban para arruinar y pervertir todas las colonias españolas de este nuevo coutinenle, prevenía con repetidos clamores los planes de nuestros enemigos, exhortando a los Gobiernos a la vijilancia y cuidado sobre sus respectivos distritos. Ninguna explicacion puede dar igual idea que la lectura de los mismos documentos, que copiados fielmente del Ol'i­ jinal, son a la letra como siguen. AVISOS DE DON LUIS ONIS. El conocimiento claro de los manifiestos peligros que tan de cerca amenazaban, debía producir naturalmente un sumo cuidado y vijilancia en el Gobierno, y para este fin, eran comunicados los avisos; pero cuando la enfermedad es mortal, todas las medicinas se convierten en veneno. El Presidente confuso y falto de consejo, ocultó dichos papeles y solo )05 manifestó a dos sujetos de carácter, muí en secreto, pidiéndoles le dijesen cómo dcbia pcoceder, o qné rumbo debía tomar : estos le acon­ sejaron que debía consultar a la lleal Audiencia y seguir su parecer; como paso regular y conforme de lo que previenen las leyes; pero enoja­ do respondió: que no tenia confianza en el Trilmnal, \lOrque todos sus individuos eran enemigos suyos, considerando como inútil esta dilijen­ cia. Así quedaron frustrados los me<lios y remedios mas oportunos por falta de talento y enerjía, en un tiempo en que todavía se podian preca­ ver, o :por lo ménos mitigar los males inminentes con una sábia y pru­ dente poTitica segun parecía a muchos hombres de buen juicio, que ob­ servaban con dolor la arriesgada conducta del Gobierno. Éste ocupado en declarar : 1os delitos de los tres reos que dijimos quedaban en Valpa¡:.a\so; determino - con acuerdo de la Real Audiencia remitirlos a Lima, '.f!areciéndole que este hecho infnndiria temor en otros, y conociendo ,riesgo en.ejeclitaflo con publicidad, comisionó ocultamente a un oficial ' {l.ll.ra · la ejecucion de sus disposiciones. Los interesados en impedir las providencias del Jefe que eran innumerables revolucionarios, presenta-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=