Manual de cineclubismo : red de cineclubes de Chile

Manual de Cineclubismo - Red de Cineclubes de Chile - 27 El debate mismo tiene lugar cuando finaliza la proyección, habiendo respetado el tiempo de los créditos finales. Al encender las luces suele pasar que el público se mira entre sí: el reconocimiento es el primer rasgo de un carácter activo entre los espectadores. Así, las condiciones de la sesión deben disponerlos para compartir la experiencia. Los escritos sobre educación cinematográfica suelen dividir la apreciación en dos dimensiones, temporalmente progresivas: 1) una esencialmente afectiva, que tiene que ver con la identificación, sugestión o proyección de la persona respecto de alguna acción o personaje, 2) y una estrictamente racional, que es la traducción de las impresiones, en criterios estéticos, políticos o éticos. Debido a que el primer momento de identificación está condicionado por las emociones del espectador, y éstas varían según cada experiencia individual, cualquier persona del público puede expresar la forma en que recibió la obra audiovisual, las sensaciones que le causó y el grado de identificación con ciertos puntos de vista presentes en la película. La expresión permite el orden de la reflexión. Por ello, una vez que se ha exteriorizado esta primera dimensión del proceso perceptivo, es posible que emerjan lecturas más complejas, que integren criterios formales y valóricos a la asimilación. La reflexión en voz alta y colectiva es el mejor medio para que cada individuo definamejor sus propias opiniones y aptitudes. Para esto, el moderador debe propiciar la participación de todo el público, evitando la hegemonía de los más locuaces en detrimento de los espectadores más tímidos, y debe ir provocando constantemente al público con la inclusión de otras lecturas (que bien le sean propias o las imposte) para que la sesión no caiga en un mero ofrecer la palabra. Podemos, entonces, clasificar las observaciones según el momento perceptivo en que van surgiendo:

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