Gabriela Mistral: el libro y la lectura

35 Gabriela Mistral: El libro y la lectura 1.2. Influencias del movimiento ilustrado-liberal en Gabriela Mistral: Sarmiento y las bibliotecas populares Debido a los prejuicios y vejámenes que tiene que soportar, como los que valieron su despido del Liceo de Niñas de La Serena, y del conocimiento que adquiere autodidácticamen- te por medio de sus lecturas varias, Gabriela Mistral se va distinguiendo del pensamiento censurador de grupos conser- vadores y de iglesia, y se acerca más y más a quienes siguen un pensamiento ilustrado y liberal 12 . Mientras los primeros, correspondiente más bien a la clase alta con inflexiones aris- tocráticas, continúan con la tradición colonial; los segundos, a los cuales adhiere Mistral, están representados por una clase media-alta educada que pretende romper con el legado espa- ñol pues lo consideran clasista, reduccionista y esclavizante. Subercaseaux (2000), da cuenta de los propósitos de la ver- tiente ilustrada-liberal: Desde 1840 se perfila un proceso de desarrollo gradual de la educación y de la cultura, que en términos cuantitativos y cualitativos se distingue claramente del período anterior. Se trata de un proceso que en realidad continúa la vertiente ilustrada de la emancipación política pero que, como veremos más adelante, fue percibido por sus propio actores como un mo- mento fundacional nuevo, de rasgos diferentes [...] Estas aspiraciones son en el plano jurídico la soberanía del individuo y la libertad como el eje del sistema (libertad de imprenta, de culto, de prensa, de industria, electoral y de creación); en el ámbito político la forma republicana de go- bierno y la separación e independencia de los poderes del Estado; en la 12 Sin embargo, como da cuenta Ladrón de Guevara (1962), Gabriela Mistral conserva una permanente vida espiritual. No siendo partícipe de ritos y dogmas cató- licos, ella se reconoce como cristiana, y vive su fe según su propia visión y desde un ámbito emocional. Así se lo comenta a su amiga Matilde:“Soy cristiana, pero tengo una concepción muy personal sobre la religión. No se debe hablar de esto. Sólo sé decirle que no soy dogmática y que le rezo a Dios, es decir, le hablo a Dios muy a mi manera […] A mí me gustan las hechicerías y no las liturgias”. LADRÓN DE GUEVA- RA, Matilde. Gabriela Mistral: Rebelde magnífica. Buenos Aires: Losada, 1962. p. 47.

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