CtENTOCINCUENTA AÑOS DE POLÍTICA EXTERIOR CHILENA
Para que un país quede dentro del sistema estabilizador, es preciso
que en el año anterior al de aplicac:ón,
el
ingreso procedente de la
exportación de uno o varios de los productos incluidos haya repre–
sentado, Ipor lo menos, el 7,5% de su exportación total. No se trata
sólo de
la
exportación hacia la
CEE
sino hacia todos los destinos.
Para los países asociados de menor desarrollo económico relativo,
insulares o' mediterráneos, ese porcentaje es sólo del 2,5
%.
Adviértase
que estos últimos son
34
dentro de los 46 países asociados.
Para financiar el sistem3, se destinan
375
millones de unidades de
cuenta. Un protocolo anexo señala que la unidad de cuenta corres–
ponde, por ahora, a los derechos especiales de giro, según su valor
al 28 de julio de 19'714. Esto es, la masa de recursos disponibles para
este efecto es de 450 millones de dólares.
El nivel de referencia de los ingresos se calcula para cada año y
producto, se:g;ún el método -que la ,Convención indica. La cuantía de
la transferencia compensatoria corresponde, en principio, a la di-
ferencia entre
el
nivel de referencia y los ingresos efectivos. Las trans–
ferencias son reembolsables, pero no devengan intereses. Hay países
que no tienen obligación de reemibolso. En este caso, la transferen–
cia es una subvención lisa y llana. Es lo que 'ocurre si la transferencia
la reciben países de menor desarrollo económico relativo, insulares
o mediterráneos, que representan el 7,5'% del total.
x
La Convención de Lomé, en éstos y otros aspectos, innova radical
y
sustancialmente en el padrón y la índole de las relaciones econó–
micas internacionales. Representa un notable progreso en la posi–
ción de los pa'Íl'ies en desarrollo que integran el esquema. Por eso
mismo, la Convención puede llegar a convertirse en un importante
bito para la configuración del futuro orden económico internacional.
- Sin desconocer las razones que inspiraron a las partes que firmaron
la Convención de Lomé, no es menos verdad que ella quiebra la
solidaridad de las naciones en desarrollo. Es casi imposible que los
países asociados a la
CEE
puedan actuar conjuntamente con el resto
de sus congéneres en pJanteamientos fundamentales antes los paises
industrializados. Y si lo hacen, es posible que no los sostengan con
igual fuerza. No olvidemos que hay algunos Estados de la región la–
tinoamericana que ahora están dentro de la zona de influencia de
la
CEE.
Es el caso de Bahamas, Barbados, Granada, Guyana, Jamaica
y Trinidad Tobago. Son Estados pequeños, pero no por esa sola