Comunidad del pacífico en perspectiva - Volumen 2

JAPÓN Y AMÉRICA LATINA: UNA RELACIÓN EN CONTINUO ••• barcó en Acapulco, para continuar su viaje a Roma. De regreso de Europa el jefe de la Misión Tatekura volvió a cruzar a México para embarcarse en Acapulco rumbo a su patria. Algunos de los miembros de la expedición japonesa decidieron establecerse en Acapulco, según indican los documentos históricos 4 • Después de estos intentos fallidos de establecer relaciones en– tre Japón y México, durante 220 años el Imperio del Sol Nacien– te cierra sus puertos al extranjero y por lo tanto durante esta época los pocos contactos que existen entre América Latina y el Japón se reducen a unos cuantos náufragos japoneses que llegan hasta las playas de Baja California o México. Como resultado de la presión militar norteamericana, el go– bierno japonés se vio obligado en 1858 a abrir poco a poco sus fronteras al mundo. En 1860 la primera misión japonesa zarpa– ba de Shinagawa hacia lo~ Estados Unidos; después de haber des· embarcado en San Francisco, continúan hasta Panamá, en donde por primera vez montan en el ferrocarril que antecedió al Canal de Panamá. La exaltación y sorpresa de los japoneses han que– dado vívidamente descritas por ellos mismos en el diario de Mu– ragaki. Pero el primer tratado comercial y marítimo que el Japón fir– mó con un país latinoamericano fue el tratado con Perú. Por esas razones desconocidas de la historia, lo que comenzó como una tragedia humana, concluyó en las primeras relaciones diplomáti– cas entre estos dos países. El barco peruano María Luz tuvo que buscar refugio en el puerto de Yokohama el 9 de julio de 1872. En este barco iban como inmigrantes 231 chinos, que en condi– ciones casi de esclavitud, habían sido contratados para la cons– trucción del ferrocarril entre Lima y Callao. Uno de ellos logró escaparse y comunicar al cónsul inglés la situación en que se ha– llaban todos ellos. El gobierno japonés, informado por el cónsul británico, impidió la salida del barco con el pretexto de defender los derechos humanos de estos inmigrantes chinos. Las negociacio– nes entre el capitán del barco y las autoridades japonesas se com– plicaron, y el gobierno del Perú, informado de lo acontecido, en '¡bid. p. 259. 13

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