Las relaciones entre América Latina, Estados Unidos y Europa Occidental

LAS RELACIONES ENTRE AMÉRICA LATINA, ESTADOS UNIDOS y EUROPA OcCIDE:<TAl. mente, el único objetivo de carácter económico mencionado por Brown es, justamente, el "mantener acceso a los recursos regionales", lo que indica el alto grado de relevancia económica que le asigna EE. UV. a Latinoamérica. Finalmente, en vista de la importancia económica de América Latina para las sociedades desarrolladas, importancia que se desprende de la situación de dependencia estratégica de estas últimas, algunos piensan que los países latinoamericanos que poseen amplios mercados, recursos naturales, y mano de obra barata, podrían renegociar sus modalidades de vinculación eón los países centro de una mañera profunda. Pero habría que recordar la dependencia estructural que históricamente ha limitado el campo de acción de los países periféricos. Por ejemplo, cual– quier intento por parte de un país latinoamericano de explotar la. depen– dencia estratégica de EE.lT. -ya sea a través de boicots o presión diplomática- podría ser responaido con severas sanciones económicas. políticas, e incluso militares que, dada la amplitud y profundidad de la dependencia estructural dañaría significativamente el bienestar del país periférico. Si se consideran las notables diferencias entre la dependencia estratégica de los centros y la dependencia estructural de la periferia, EE. uu. dispondría de mútiples opciones o alternativas de respuesta a la presión del país periférico, mientras que este último prácticamente carecería de alternativas. Según algunos analistas, tampoco resulta fácil traducir la mera pose– sión de materias primas claves, o amplios mercados, en poder político concreto a nivel nacional, y como factor en las relaciones interestatales. Por último, habría que considerar las limitaciones estructurales que plantea la dependencia periférica, tales como la falta de "voluntad política" para actuar en favor de cambios sistémicos en las relaciones centro-periferia, ya que dichos cambios -de acuerdo a la lógica de la dependencia- irían en detrimento de los sectores dominantes al interior del país periférico en cuestión. Esto no implica por supuesto. que los .gobernantes de los países subdesarrollados no exijan, por ejemplo, acuerdos más equitativos con corporaciones multinacionales o acceso a los mercados de los países desarrollados. El logro de medidas como estas no modifican la esencia de las relaciones centro-periferia, es decir el problema del subdesarrollo, aunque sí podría contribuir a mejorar la posición relativa del país periférico en la actual división internacional del trabajo. 88

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