Desarrollo de la Antártica

BASES PARA EL DESARROLLO ECONOMICO DE LA ANTARTICA EN UNA PERSPECTIVA POLITICO - jURIDICA Osear Pinoehet de la Barra l. RECORDEMOS ALGUNOS HECHOS Para plantear en forma lógica y comprensible el futuro desarrollo económico de la Antártica, es indispensable retroceder en el tiem– po y recordar la situación que existía en ese continente veinte años atrás. Lo más grave era el conflicto tntre Chile, Argentina y Gran Bre– taña por la susperposición de sus sectores en la Península Antárti– ca y en las Sbetland del Sur. El asunto venia de más lejos: a prin– cipios de este siglo, Chile había hedho concesiones ¡pesqueras y balleneras; Gran Bretaña, señalado un sector como dependencia de las islas Falkland o iMalvinas; y Argentina aceptado, en 1904, un refugio que le cediera el explorador escocés Bruce en las Oreadas del Sur, un poco más al Este. En el resto del continente había -y 'hay- otros cuatro sectore" sin mayores problemas: de Australia, de Nueva Zelandia, de Fran– cia y de Noruega. Sólo estaba libre la parte que se extiende frente al Océano Pacífico, entre los meridianos 90 y 160° Oeste de Green– wich. Es cierto que no todos los países reconocían todos los sectores, pero, tal como se pretendía en el Artico, se le estimaba la manera más lógica de limitar derechos en las regiones polares. tAun más, el propio gobierno de IEstados Unidos había recomen– dado a Chile hacer una "formal petición de soberanía", por nota del 10 de enero de 1940. Claro que cuando nuestro gobierno lo hizo, el 6 de noviembre de ese año (meridianos 613° al 90Q Oeste dt Greenwich), el Departamento de Estado, extrañamente, declinó re– conocer el decreto chileno, en un cambio completo de política. Sin embargo, esta posición de Estados Unidos no quitó im;por– tancia al sistema de los sectores. Tampoco terminó con ellos o los desconoció el propio Tratado Antártico del 19 de diciembre de 1959. Sólo se limitó a congelar lo que André !Gros llamó en esa oportunidad en Washington, "lo contencioso antártico". El arto 4Q del Tratado es a este respecto 357