Desarrollo de la Antártica

EL DESARROLLO DE LA ANTÁRTICA características diferentes entre sí: la Antártica del Este y la del Oes– te. Antártica del Este. Forma un escudo continental (área estable) com. puesto de un Complejo de Basamento de esquistos, gneises y otras rocas metamórficas, cubiertas por una potente secuenda de rocas elásticas indeformadas del ¡Paleozoico y Mesozoico. Antártica. del Oeste. En esta área, rocas deformadas del Paleozoico (?) y estratificadas del Mesozoico y Ceno'zoico, principalmente elás– ticas y 'Volcánicas, yacen sobre un basamento de rocas intrusivas y metamórficas similares a aquellas de los Andes de América del Sur en la región fueguina. De estas dos provincias geológicas, la que ha evolucionado del1- tro del marco' más atractivo para la generación de hidrocarburos, es sin duda la Antártió del Oeste. En ella se destaca con sus par– ticulares rasgos morfológicos, la Península Antártica, apéndice del continente antártico por el cual éste, proyectado a través del llama– do Arco de Escocia, se vincula con América del Sur como lo confir– man sus afinidades geológicas. La interpretación paleogeográfica de la conexión al tiempo Jurásico Superior-Cretáceo Inferior, permite formular la posibilidad de existencia ihacia el Este de la Península Antártica de una cuenca marginal desarrollada entre el Mesozoico Superior y Cenozoico. Esta cuenca, que ocuparía la posición del Mar de Weddell, podría representar una imagen semejante a la de la Cuenca de Magallanes (donde existe producción de hidrocarburos), posibilidad que merece investigarse. Esto, a pesar de diferencias geo– lógicas que existen, ya que por ejemplo en afloramientos de la par– te lEste de la Península Antártica, los sedimentos del Cretáceo In– ferior y Terciario Inferior están ausentes. Sin embargo, la interven– ción de discordancias en la secuencia sedimentaria en dicha área no significa descartar la existencia de los sedimentos en cuestión en Ja subsuperficie de plataforma del Mar de Weddell. Al producirse la disrupción definitiva del Arco de Escocia en el Cenozoico (¿Neógeno?), estas dos cuencas habrán evolucionado se– paradamente tanto en lo paleogeográfico como en lo que a madu– ración y migración de hidrocarburos pueda corresponder. Hacia el Oeste de la Península Antártica la plataforma continen– tal es, sin duda, atractiva en cuanto a posibles acumulaciones de hi– drocarburos, especialmente en los sectores más amplios, como los de los mares de Bellingshausen y Amundsen, así como también el del Mar de rRoss.

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