Desarrollo de la Antártica

José Valencia J EsTADO ACTUAL Y POTENCIAL DE UTILIZACIÓN ••• tan el continente y las islas subantárticas. Casi la totalidad de las es– pecies animales obtienen su alimento del océano. ¡Por otra parte, las plantas reciben una fuerte influencia del océano, la fauna y el clima prevalente. c\ diferencia de los recursos minerales, existen algunos recursos vivos del Océano Austral, que han sido utilizados o están siendo súmetidús a una creciente utilización púr algunas naciones. Las Algas Las algas macroscópicas del bentos de la Antártica sún un recurso que podrá utilizarse en un futurO' cercano. Su extracción no requiere de inversiones tan grandes cúmú otros recursos renovables de la zona. Existen unos 25 géneros de algas macroscópicas, que podrán utilizar– se en la fabúcacÍón de alimentús de consumo humano y animales domésticos, abonos para la agricultura y también en la obtenCión de productos para la industria textil y farmacéutica. Aunque hasta ahora no disponemos de estimaciones glO'bales de la magnitud de estos recursos, pueden considerarse como una indka~ ción los datos de la zona de las Islas Kerguelen para MacTocystis; el promedio de biomasa es de 5 a .10 kgJm2 en una superficie de 20'0' Jkm 2 (Delepine, 1976). En el manejo de estos recursos hay que tener en consideración que h.', velocidad del crecimiento de las algas australes es mucho menor que en los océanos templados y tropi– cales. Krill Este es el recurso renovable de la Antártica, que hasta ahora ha prO'– vacado la mayor atención. Esto se debe en parte, a que las estima– ciones globales de su biomasa son tan enormes que su utilización en gran escala podría sustituir con creces el total de la producción pesquera mundial. Las estimaciones de la. biomasa del krill en el Océano Austral van de las más optimistas de 800' a 5.0'0'0 millones de toneladas (Lyubimova et al., 1973), hasta las más prudentes dI! 75 millones de toneladas, derivadas de las estimaciones de zooplanc– ton CGulland, 1970'). Podemos predecir que a medida que el co– nocimiento de este recurso aumente, las estimaciones de su biomasa serán más precisas. A pesar de la variabilidad de las diferentes <.s– timaciones de que se dispone, los expertos consideran que podrlaa extraerse de IDO' a 20'0' millones de toneladas de krill al año. Estas últimas cifras pueden compararse con los 65 millones de toneladas

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