POLlTlCA ANTARTICA DE CHILE
cuantificación de esos modelos. Su valor predictivo es escaso o nulo en esta
etapa. Todo lo cual plantea la necesidad de gestar y mantener un proceso'
continuo y circular de: modelamiento. experimentación científica. decisiones
de administración y monitoreo.
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En un plano más general la dificultad de implementación científica de la
Conservación de Recursos Marinos Viv<)s y la esperada Convención de Recur–
sos Minerales podría buscarse en el desarrollo ycapacitación de la investigación
científica. Es necesario en este punto referirnos a asuntos de orden conceptual
en torno al asunto, por su importan<¡:ia intrínseca y por la disparidad de
opiniones y poca claridad al respecto.
Plantearemos conceptos y dudas que no representan necesariamente a las
instituciones a las que pertenezco. ni ala comunidad científica.
Si tomamos en cuenta que:
La investigación científica ha sido un objetivo central del Tratado Antár–
tico.
Que Chile ha invertido esfuerzos y creado infraestructuras e instituciones
para su desarrollo.
Que la Convención y otros instrumentos jurídicos vigentes le atribuyen
una importancia prioritaria en el futuro, cabe preguntarnos, qué valor le
estamos dando hoy al papel de la investigación científica y especialmente
ecológica como instrumento de soberanía, ycuál es su importancia relativa
a otras acciones de soberanía antártica como turismo, poblamiento de la
Antártica e islas patagónicas ymagallánicas, pesquería y minería antárticas.
Si nuestra evaluación del progreso alcanzado o de las expectativas de
desarrollo a corto plazo (1-5 años)
fuer~
negativa o de importancia secundaria,
creemos que ni la importación de expertos, conocimientos o tecnologías, suple
o reemplaza la capacitación progresiva orgánica y persistente de un país en
desarrollo. Por lo demás una investigación desmedrada que restringe la crea–
ción de conocimientos y manejo de la 'información, mantiene o robustece la
dependencia intelectual y finalmente socioeconómica. Ello nos parece de espe–
cial relevancia en el contexto antártico en estos días.
Creemos no ser injustos en señalar que no hay claridad sobre la contribu–
ción científica de Chile, ni el papel que ha tenido en relación con otras acciones
en la Antártica, pero se insinúa o afirma, que Chile no tiene el nivel de
capacitación para ser competitivo en ciencia como para garantizar, que un
impulso decidido garantice retornos significativos en relación a otras acciones
de soberanía. Como fuera mencionaao en este evento. no existen "países
chicos" en el Sistema Antártico, los países en desarrollo han contribuido signifi–
cativamente al progreso. Pensamos que las actividades mencionadas no son
incompatibles, ni los entornos necesariamente proporciónales a las inversiones
en dinero. Verdad que Chile ha producido premios nobeles en literatura y
grandes juristas y estadistas, pero no podemos dejar de confiar en el progreso
científico y en una provisoria contribución chilena en algunas áreas de las
ciencias antárticas. Sin embargo, pensamos que será necesario evitar la disocia–
ción y desaprovechamiento de la capacidad instalada en las universidades.
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