Estudios sobre integración económica y cooperación regional en el Cono Sur - page 153

R. Barros Charlín
INrEGRACIÓN EN EL
CONO
SUR
el norte, enclaustrado, argentino; de Bolivia y Paraguay, y ahora.
también, del sur del Perú, región que después de haber sido acep–
tada, oficialmente, como integrante de
GEICOS,
anhela sumarse a es–
te esfuerzo mancomunado de integración.
Nuestra aot,ual realidad
Han pasado muchos años, desde que se manifestó, precariamente,
este deseo de conocerse, de comunicarse y de complementarse. Largos
años de contactos, de intercambio de propósitos, de sueños comunes.
Épocas en que otros hombres, hoy desaparecidos, y ante otras auto–
Iidades, manifestaron sus inquietudes, que son las mismas, prolon–
gadas en el tiempo, que ahora nosotros, continuadores de ellos, he–
mos tomado como bandera de lucha.
Sin duda nuestra labor ha sido seguramente más racional que
emotiva. De ahí que, después de estrechar esos lazos, y de múltiples
"encuentros" en distintas ciudades, como se ha podido apreciar, se
ha ido conformando y estructurando mejor este propósito, hasta lle–
gar a formar la actual institución que nos cobija.
GEICOS,
hoy, en todo el Norte de Chile y de Argentina, y de Bo–
livia y Paraguay, sumado ahora el Sur del Perú, es una sigla, que
ya no sólo representa una esperanza sino que, más que eso, es una
voz que pretende exigir
y
hacer remover a nuestros gobiernos, para
que, dejando a un lado consideraciones que podrían ser muy aten–
dibles, orienten sus políticas a la materialización de
él.
Nosotros, los hombres de
GEICOS,
que a veces somos tratados de
ilusos, y hasta de antipatriotas por algunos pequeños personajes
que aparecen de vez en cuando, no seremos, sin duda, los que va–
mos a apreciar los enormes beneficios que este proyecto acarreará.
Pero ello no nos impide seguir adelante. De ahí, con esa fuerza es–
piritual q1.Je da el convencimiento de estar realizando algo útil y
de enormes proyecciones, emana ese optimismo, que aún mantene–
mos, y nuestra constante y permanente posición ante nuestros res–
pectivos gobiernos, a quienes les indicamos qué hay que hacer.
De ahí nuestra exigencia para que se implementen las medidas
y
obras necesarias, haciendo uso del derecho de pedir a las autori–
dades la participación subsidiaria del Estado, en infraestructura
que el sector privado no puede, por el momento, atender. O la
simplificación de las normas existentes, que hasta ahora sólo entra–
ban cualquier iniciativa que los hombres de empresa puedan tener.
Pero todo ello implica un cambio fundamental de la actual con–
cepción política internacional, entre los gobiernos involucrados en
este proyecto, que, como caso único de integración en el mundo,
ha sido creado e impulsado únicamente por los empresarios privados.
Somos nosotros, los hombres de empresa, los que les pedimos que
nos ayuden, y somos nosotros quienes concretaremos los negocios,
153
1...,143,144,145,146,147,148,149,150,151,152 154,155,156,157,158,159,160,161,162,163,...288
Powered by FlippingBook