LA
COMUNIDAD DEL PAcfnoo EN PERSPECTIVA
I
F, Orrega T'ÍC'ufia
sido más que' tres millones
y
en el fenon:ienal año
1597,
probable–
mente ocho o diez"39.
Si se piensa en las' cifras de Hamilton para el último quinque–
nio del siglo
XVI,
con un total de importaciones de metales precio–
sos en Sevilla de
34,428.500
pesos de
450
maravedíes
40 ,
la cantidad
parece realniente perturbadora, pues el monto de la producción le–
gal de metales preciosos sólo en el Perú en ese período era bas–
tante similar4
1 •
Se comprende perfectamente que los intereses del comercio me–
tropolitano se sintieran afectados por la competencia casi excluyen–
te que provocaba en el mercado peruano la introducción masiva
de mercancías chinas y orientales procedentes de la Nueva España.
Los comerciantes de Sevilla urgían continuamente al rey -a través
del Consulado- para que prohibiese todo contacto entre ambos vi.
rreinatos.
En
1604
comenzaron las limitaciones. Se estableció que el inter–
cambio no podría sobrepasar la capacidad de
3
barcos de
300
tone–
ladas cada uno, cargados exclusivamente con productos del uno o
del otro virreinato, para estricto trueque, con exclusión de trans–
porte de numerario, que quedaba por entero prohibido. Esta era
la manera de cerrar la salida de la plata peruana hacia
el
Oriente.
En
1609,
la autorización fue disminuida a
2
barcos de
200
tonela–
das cada uno. En
1620,
y atendiendo a que este comercio no po–
dia de ninguna manera desenvolverse sin el dinero peruano, se per–
mitió su sáJida por hasta
200.000
ducados, unos
257.000
pesos de
a B reales. Finalmente, pocos años después, en
1631,
vino la revoca–
ción final
y
se prohibió toda navegación comercial entre Lima
y
Acapulco
42 •
Los intereses imperiales, sumados a los intereses comer–
ciales pi'ivados metropolitanos, consideraban necesario cerrar una
puerta que les era peligrosa. Sin embargo, se abría otra: la del con·
trabando. que sería mucho más dificil controlar
y
también más di·
fícil de medir. Era una política económica contra la realidad,
y
se·
"Borah,
Early colonial trade,
p.
123.
""Hami1ton,
ob. cit.,
p.
47.
&lA. Jara.
Tres ensayos sobre econom(a minera hispanoamericana,
Santiago,
1966,
p.
116.
"Borah,
ob. cit.,
p.
127.
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