Una cancillería para el próximo milenio: proposiciones sobre política exterior chilena de los candidatos a la presidencia de Chile

son un reflejo de lo que sucede dentro de las fronteras de una nación. Sin embargo, aún en esos trances y si aquellos valores prevalecen individualmente, quienes son parte de las relaciones internacionales de un país determinado, pueden dar y han dado testimonios de apego a la verdad y a los valores democráticos. Aún a costa de su propia profesión. No .es fácil resignar una profesión. una vocación y un modo de vida. pero más difícil es vivir con la propia conciencia vulnerada. En las postlimerías de un siglo marcado por las guerras y el desencuentro permanente entre naciones. nacionalidades, etnias y credos. en un siglo que al finalizar no parece haberse acercado a la solución de la pobreza y las desigualdades. las relaciones internacionales necesitan y merecen de ciertas constantes que disminuyan. aunque sea en parte. el riesgo de nuevos siniestros internacionales como los que empañarán la inauguración del tercer milenio. La ética en las relaciones internacionales y la defensa y respeto de los Derechos Humanos, la convicción en los valores democráticos y en la solidaridad entre los pueblos y la búsqueda de acuerdos pacíficos para solucionar los conflictos entre pueblos y naciones deben ser los patrones en los cuales se base el accionar de nuestra cancillería en el próximo siglo. y ello debe refrendar la realidad que compartimos dentro de nuestras fronteras. Desde este punto de vista no es posible desvincular nuestra política exteríor, con la que pretendemos aplicar en el interior. Esta hipocresía diplomática revela una grave carencia democrática en la nación que la practica. El comportamiento ético entre naciones no difiere. en lo principal, con el comportamiento ético entre las personas. La ética entre las personas o entre las naciones no es sólo un conjunto de conceptos morales o de normas de conducta. sino. en los hechos. es la aplicación de esas teorias éticas a problemas morales contingentes y actuales. como la libertad o la dominación, individual o colectiva, la igualdad o desigualdad sexual y racial, la justicia o la ausencia de ella, la equidad o la inequidad. Una 'política de relaciones exteriores que envuelve a la Cancilleria como un todo, debe incorporar como permanentes estos elementos., La acción. en estas materias, debe reemplazar a las palabras. Del mismo modo. el respeto, la defensa y la promoción de los Derechos Humanos, como componente indisoluble del comportamiento ético. deben ser materias de aplicación invariable y de exigencia condicionante en la política exterior de nuestro país. 29

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