Los estudios internacionales en América Latina: realizaciones y desafíos

EL DESARROLLO DE LOS ESTUDIOS INTERNACIONALES EN AMERICA LATINA Francisco Orrego Vicuña Cuando el Institttto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile fue fundado en 1966 como el primer centro en América Latina dedicado específicamente a los estudios internacionales, Arnold Toynbee predecía en su primera conferencia inaugural -que por primera vez se publica en este volumen- que en los diezilños siguientes habrían instituciones dedicadas a esta disciplina en los más importantes países de la región, lo que constituiría un valioso nexo intelectual. Efectivamente la década de 1970 vio nacer un conjunto de centros preocupados de la problemático internacionallatinoame– ricana y mundial. La experiencia habida en torno a. esta disciplina académica es ya abundante, tanto en términos de los programas de investigación como de los programas de enseñanza, aún cuando estos últimos son en general más recientes. Esta experiencia es la que ha comenzado a traducirse en estudios analíticos sobre el desarrollo de Íos estudios internacionales en América Latina y en sugerencias acerca de como ellos pudieran mejor enfocarse. La presente obra reúne los ensayos más destacados en este plano, muchos de ellos publicados en la Revista Estudios Internacionales del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile. Si bien los ensayos referidos comentan acerca de los principales problemas que el tema presenta desde el punto de vista de su contenido disciplinario y metodológico, así como acerca de las tendencias que cabe observar tanto en América Latina como en otros centros especializados fuera de la región, hay algunas consideraciones adicionales que es menester formular a título introductorio al conjunto de planteamientos en torno a estas experiencias académicas. El primer aspecto se refiere al empleo de la expresión "estudios internacionales", que es diferente de "relaciones internacionales", "asuntos internacionales" u otras comúnmente utilizadas en la literatura contemporá– nea. La diferencia no obedece a un capricho gramatical o estilístico sino a una razón de sustancia. Los estudios internacionales, en la experiencia latinoame– ricana, tienen una mayor amplitud disciplinaria que la que corresponde estrictamente a la esfera de las relaciones internacionales. En el caso del Instituto de Estudios Internacionales, por ejemplo, además de la disciplina específica de las relaciones internacionales, se incluye en el ámbito disciplina– rio la ciencia política, la historia, el derecho internacional y algunos aspectos de la economía internacional. Esta mayor amplitud obedece a diversas necesidades que son propias de la

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