La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

7 en cuanto no podemos separar la historia de Ulises de la de su esposa Penélope; de la de su hijo Telémaco; de la de su padre Laertes; de la de su nodriza Euriclea; de la de su porquerizo Eumeo; y aun de la de su madre Anticlea, muerta de dolor por la ausencia del hijo, y de la del perro Argos. Todos ellos son personajes de honda humanidad, incluido, si así pudiera decirse, aquel animalito que esperó veinte años para alcanzar a ver a su amo de regreso y darle una postrera muestra de amor antes de morir. La historia de Ulises es más compleja que las historias de todos los personajes cercanos a él, las que no son tampoco simples. Y, además, hay, como sabemos, una multitud de otros seres que pueblan el maravilloso poema llamado Odisea. También éstos, como aquéllos, poseen un gran sentido simbólico: la maga Circe, que transforma en animales a los varones; la ninfa Calipso, que ofrece a Ulises la inmortalidad y felicidad divinas; la dulce y pura Nausícaa, junto a la cual Odiseo podría haber tenido un apacible nuevo hogar en el país de los hombres felices. Y para qué hablar de aquellos seres extrahumanos, cuya hostilidad o cuyas tentaciones pueden hacer perder el rumbo a Odiseo o quitarle la vida, como lo hicieron en definitiva con todos sus compañeros: Poseidón, Polifemo, las Sirenas, Escila, Caribdis, los cicones, los lestrigones, las rocas errátiles, las flores de los lotófagos, las vacas del Sol. Es, pues, el de la Odisea un complejo mundo de personajes: los humanos, que aman a Odiseo y lo esperan con emoción y alegría; los humanos que lo perjudican y desean perderlo a él y a sus bienes, como los pretendientes, dispuestos incluso a asesinar a su hijo; los personajes extrahumanos, que le colocan obstáculos o le tienden trampas y tentaciones. Todo ese mundo es viajado, es "vivenciado" por Ulises, sin perder la voluntad de volver a su tierra y a su hogar. En medio de la cantidad de personajes, historias, situaciones, simbolismos, hay un sentimiento central que se impone y que finalmente se hará realidad: la voluntad del nostos , del regreso. Apreciando esa complejidad, Borges calificaba el poema como "un libro casi infinito": La Odisea que cambia como el mar. Algo hay distinto cada vez que la abrimos 4 . 4 Borges escribió varios bellos poemas referidos a motivos o símbolos odiseicos, como Odiseo, libro vigésimo tercero , Arte poética , El desterrado , Música griega . En 2002, el Instituto Cervantes ha publicado en Atenas un tomo bilingüe, Los senderos de Itaca Grecia en la poesía de Borges , con una selección de esos poemas hecha por Nina Angelidis, quien también los tradujo, con prólogo de María Kodama: "La memoria de Borges".

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