La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

244 Katábasis: el mundo de los muertos en la Odisea Para Oscar Gerardo Ramos, la katábasis , el descenso de Ulises al mundo de los muertos en la rapsodia undécima de la Odisea homérica, significa la bajada, el descenso, a las regiones recónditas del inconsciente, al fondo misterioso y complejo de su propio ser 332 .Cualquiera que sea la interpretación que se dé al episodio, es un hecho que el pasaje siempre hará meditar al lector sobre la más segura y terrible de las realidades humanas: la muerte y el posible o imposible más allá; la muerte que inexorablemente llega "verdadera como la luz y contraria a ella". Como lo señala José Manuel Pabón, "tomados en la realidad del texto trasmitido, no nos ofrecen los poemas homéricos una idea del todo coherente acerca de la vida ultraterrena. Hállanse en ellos restos de 'animismo', sobre todo en el episodio de los funerales de Patroclo ( Ilíada , XXIII); y aun dentro de la 'Nekyía' o 'evocación de los muertos' ( Odisea , XI), las representaciones no pueden reducirse a entera unidad; con todo, la concepción fundamental es la que se indica en el texto: eliminación de los difuntos del mundo de los vivos y vanidad de las sombras recluidas en el Hades" 333 . El contenido central de la meditación existencial de Homero y de Ulises frente a la muerte, acaso resumida en el episodio de la 'katábasis', perdura en el mundo de la poesía popular neogriega, a pesar del paso de tres milenios, así como también en el mundo de la nueva peregrinación del viejo personaje, a través del poema de Nikos Kazantzakis. Cuántas veces se han citado y cuántas veces han sido releídas las patéticas palabras de Aquiles ante la interrogación que le formula Odiseo: "No trates de consolarme por la muerte, noble Ulises. Antes quisiera vivir sobre la tierra, trabajando a jornal de un hombre pobre,, que reinar sobre todos los muertos" 334 . Lo sombrío de la respuesta que da Aquiles, la angustia patética que la empapa, provienen de la tremenda realidad de que la muerte no admite consuelo alguno. Sombra rey o simple sombra, sombra en un lugar de tinieblas donde no hay castigo ni premio, sino desgarrada nostalgia por el mundo de la luz, por la vida irremediablemente perdida. Imaginadas por los vivientes, sombras en una especie de vida no-vida, en un vestigio levísimo de vida, que consiste en sufrir en un lugar subterráneo - el "kato kosmos" - el recuerdo punzante del espacio terreno - el "apano kosmos", lugar de la luz y de la vida, con sus alegrías y sus sufrimientos. Imaginar a esas sombras, hacerlas revivir y hablar, con tristeza inconsolable, a través de breves poemas que se salmodian ante los cadáveres o en ocasiones de desgracia y de recuerdo de duelos, es lo que hace la poesía popular mortuoria neogriega, que, junto con otras expresiones poéticas 332 O. G. Ramos: La Odisea: un itinerario humano , pp. 78-87. 333 J. M. Pabón: Homero , Editorial Labor, Madrid, 1947, p. 32. 334 Homero: Odisea , XI, 488 y s.

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