Hacia una historia del ambiente en América Latina: de las culturas aborígenes a la crisis ecológica actual

68 amenazados de contaminación sin precedentes y de extinción. Así, la desertificación parece ser el ominoso futuro de nuestros llanos” . 90 El deterioro de las tierras agrícolas En América Latina se han intervenido caso todos los ecosistemas naturales, convirtiéndolos en agrosistemas con una alta mecanización a base de grandes flujos de energía, especialmente petrolera. A medida que la tecnología agrícola se modernizaba –a raíz del desarrollo del capitalismo agrario registrado en nuestro continente en las últimas décadas- mayor ha sido el subsidio energético. La “revolución verde” ha debido llamarse “revolución negra” porque se ha desarrollado gracias a un uso desmedido de petróleo, aprovechando que su precio era bajo hasta principios de la década de 1970. Una trampa biológica de la “revolución verde” y de sus cereales de alto rendimiento es la reducción en la diversidad genética de los cultivos. Los llamados híbridos, es decir, nuevas plantas obtenidas mediante cruza de especies, tienen elevados rendimientos, aunque con una base genética estrecha. Se han sacrificado otras características de las plantas, como su contenido en proteínas, sabor y resistencia a las enfermedades. Los cultivos son más susceptibles a las plagas debido a la uniformidad biológica y a que grandes extensiones de terrenos están sembradas del mismo producto, especialmente de aquellos que se destinan a las empresas agroindustriales, que han adquirido relevancia en América Latina en los últimos tiempo. Un monocultivo, como se realiza en muchos asentamientos y zonas afectadas por la llamada reforma agraria, carece de la capacidad para existir sin cuidado extremo, debido a su simplicidad ecológica. Odum, uno de los ecólogos más destacados del mundo, sostiene que “la agricultura, la silvicultura, la ganadería y el cultivo de las algas, etc., todos ellos implican cuantiosas corrientes de energía auxiliar que realizan una gran parte del trabajo que había que efectuar personalmente en sistemas anteriores... En forma real, la energía para las patatas, la carne de res y los productos vegetales de cultivo intenso proveniente en gran parte de los combustibles fósiles más bien que del sol. Esta lección se ha pasado probablemente por alto en la enseñanza del público en general. Muchas personas creen que el gran progreso en materia de agricultura, por ejemplo, se debe únicamente a la inventiva del individuo de producir nuevas variedades genéticas, siendo así que, en realidad, el empleo de tales variedades se basa en el bombeo enorme de energía auxiliar. Aquellos que tratan de mejorar la agricultura extranjera sin proporcionar la labor auxiliar del sistema industrial no comprenden los hechos de la vida. Las 90 Ibid ., p. 14 y 17

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