PLAAS
MEDICNALES
DE
CHILE.
587
ficios
(9).
I
la
propia
veneracin
le
rinden
los
Dungabe
o
adivinos,
que
cuidan
de
conservar en sus
casas
alguna
parte
del dicho
rbol,
i tambin
a veces
un
pi
vivo
delante de
sus
chozas.
Cuando
alguna
familia
des
consolada
llega
a
consultarlos
acerca
de la
muerte
de
uno
de
sus
miem
bros,
semejantes
ellos
a
os
antiguos Pytias,
dan
vuelta
en
derredor del
rbol,
se
suben
a
l,
i
con
movimientos
convulsivos,
i
con
repetidos
tra
gos
de
un
brebaje
hecho
con
la
decoccin
de la
corteza, andan
en
bus
ca
de
inspiraciones,
hasta
que
caen en una
especie
de
delirio,
para sea
lar
despus
en
forma
mstica el
supuesto
autor
de
aquella
muerte.
La
corteza
del
canelo
goz
por
mucho
tiempo
en
toda la
Europa
de
una
maravillosa
reputacin
corno
medicinal.
El llamado
Winter,
ciru
jano
de
la
espedicion
martima
de
Drake,
fu
el
primero
que
en
1577
la
emple
contra
el
escorbuto
que
daba fin
a
la
tripulacin
de la
nave
en
que
l iba
;
i
vuelto
a
Inglaterra,
la
emple
con
fruto
en
cuantas
en
fermedades
requeran
tnicos
i
estimulantes. Por
desgracia,
lo difcil de
procurarse
aquella
corteza
i
la
abundancia
de la
verdadera
canela,
cu
yas
virtudes
son
mucho
mas
enrjicas,
fu
causa
para
que
poco
a
poco
cayese
en
olvido,
i
hoi dia
ya est
abandonada
enteramente
por
decirlo
as,
aun
cuando
digna
es
de atencin
si
se
guardan
en
cuenta
sus
buenas
propiedades.
La
qumica
le
ha dado
un
aceite
voltil,
tnico,
algunas
sales,
i
una
resina
aromtica
que
suelta
del
tronco
cortado
formando
glbulos
entre
la madera i la
corteza.
En
ciertos
puntos
de
Chile
se
sir
ven
de
ella
aun
contra
el
mal
de
estmago,
i
para
los
paralticos
hacin
doles
tomar
baos
preparados
con
la
decoccin
de las
hojas
i
de la
cor
teza.
Tambin hai
casos
en
que
esa
misma decoccin alivia
el
dolor
de
muelas,
cura
los
cnceres
(10),
i
aplaca
el dolor de las
lceras. Una
de
coccin
mui
fuerte
se
ha
empleado
tambin
contra
la
sarna,,,
el
escorbuto
i los
empeines,
i
por
medio de
una
funigacion
se
ha
logrado
secar
las
ps
tulas i
lceras
mas
malignas.
De
desear
es
que
los
mdicos.
del
pais
tra
ten
de
renovar
el
empleo
de
una
corteza tan
ponderada
en
otros
tiempos,
i
con razn
;
pues que
como
ya
desaparecieron
las dificultades
que
an
tes
la hacia de
tan
imposible
hallazgo
en
Europa,
probable
es
que
la
teraputica
moderna
ganar
un
medicamento estremadamente
precio-
(9)
Parece
que
Virjilio
se
refiere
a
este
rbol
en sus
Jerjicas,
cuando
dice
:
'
Ipsa
ingnes
arbos
paciemque
similima
lauro
Et
si
non
alium
late
jacteret
odorem
Laurus
erat,
folia haud
ullis labentia
ventis
Hos
prima
tenax
;
nimos,
et
olentia Medi
Ora fovent
illo
et
sinibus
medicantur
anhelis
(.Mi)
(10)
Bien
se
conoce
que el
seor
Gay
no
es
mdico,
cuando
dice que
el
cocimiento
de
canelo
cura
los
cnceres,
porque
se
sabe
mui
bien que
esta
afeccin
es
incura
ble.
(M.)
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