DESASTRES ASOCIADOS AL CLIMA
EN LA AGRICULTURA Y MEDIO RURAL EN CHILE
2009
DESASTRES ASOCIADOS AL CLIMA
EN LA AGRICULTURA Y MEDIO RURAL EN CHILE
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3.1.
Definiciones
A continuación se presentan distintas definiciones de los conceptos de temporal e inun-
dación, ambos se pueden presentar asociados a lluvias extremas. El INE (2005), en sus
anuarios sobre medio ambiente, determina que un temporal corresponde a “precipita-
ciones intensas acompañadas de vientos suficientes para causar daños”. Salgado (1976)
lo define como “un fenómeno atmosférico de naturaleza violenta que se manifiesta con
fuertes vientos acompañado por densas nubes e intensas precipitaciones”. Para La Red
(2003),
un temporal corresponde a “lluvia acompañada de vientos fuertes y/o de des-
cargas eléctricas”, en tanto que considera que las lluvias corresponden a precipitación
pluvial. En este capítulo no fueron consideradas las nevadas ni las granizadas, pues
aunque son formas de precipitación, el trabajo se concentró únicamente en las lluvias
extremas.
En Chile los temporales provocan grandes inundaciones en pueblos y ciudades, con los
consecuentes problemas de anegamientos, interrupciones de las vías de transporte,
comunicación y de distribución de energía, y daño en la población (Salgado, 1976). La
ocurrencia de un temporal causa inundaciones especialmente por la falta de absorción
o escurrimiento y por desborde de ríos (ONEMI, 1995).
INE (2005) define a las inundaciones como una “concentración y saturación de terrenos
planos o depresiones, principalmente por aguas lluvias, fusión rápida de nieve o hielo,
maremotos o la conjunción de dos o más de estos fenómenos”. Para Astaburuaga (2003),
las sequías y crecidas son fenómenos meteorológicos que normalmente deben ocurrir,
y que simplemente se alejan del promedio”. La Red (2003) se refiere a las inundaciones
como el “desbordamiento o subida de aguas, de forma rápida o lenta, sobre pequeñas
áreas o vastas regiones, que supera la sección del cauce de los ríos o que se relaciona con
el taponamiento de alcantarillas”.
CAPÍTULO 3: LLUVIAS EXTREMAS