Página 46 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

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le he escrito a Tohá44 sobre casos específicos, desgraciadamente sin resultados”.
Para Tomic esto era importante, pero en esa misma nota, se refería a una materia
aún más crucial. Escribió: “Mi estimado Salvador: Nuestro compromiso es la
franqueza. Estoy cada vez más preocupado por el riesgo creciente que esta
excepcional oportunidad de dar forma a un 'segundo modelo histórico (democrático,
revolucionario, pluralista) hacia el socialismo tienda más y más al primer modelo
tradicional: el 'del enfrentamiento' y la violencia y su trágico cortejo de 'sangre,
sudor y lágrimas'. y de riesgos muy serios sobre el desenlace (España, Grecia)”. En
estos dos últimos países se habían instalado en el poder dictaduras largas y
sangrientas, después de experiencias de frentes populares fracasadas.
Luego Tomic agrega: “Para iniciar el asunto en su forma más concreta, te resumo
mi opinión. El día en que el antagonismo entre Gobierno y Democracia Cristiana
haya llegado 'al punto de no retorno', habrá dejado de ser viable en Chile el
segundo modelo. De allí en adelante será solamente cuestión de tiempo el que el
doble efecto de los apremiantes problemas del país más el juego de intereses
contradictorios a que está sujeto el desvencijado aparato institucional, lleven a que
el estallido se produzca 'desde arriba' (por el gobierno) o 'desde abajo' (contra el
gobierno)”. Pero sólo cinco días después de esta carta, la que mereció sólo un
llamado telefónico confirmando su recepción, una banda de ultra izquierda asesinó a
Edmundo Pérez Zujovic, militante DC, ex ministro de Frei Montalva y, como ya
indiqué, uno de los partidarios de entrar al Gobierno de Allende. Este brutal
asesinato no logró hacer cambiar a los estrategas del Gobierno y de la UP. No hubo
ninguna respuesta apropiada de Allende. Las maniobras para quebrar la DC
continuaron y poco más de un mes después, se formaba la IC, una nueva agresión
a la Democracia Cristiana.
Luis Corvalán nos hace recordar otro hecho que dificultaba las posibilidades de
evitar la polarización creciente. A fines del verano de 1972, cinco de los siete
partidos que integraban la UP: el PS, el PR, el Mapu, la Izquierda Cristiana y la
Social Democracia, declararon Territorio Allendista y Territorio Libre de América a la
ciudad de Concepción y se opusieron, en alianza con el MIR, a una marcha
convocada por la DC. Hicieron lo imposible por impedirla, produciéndose serios
incidentes callejeros, que culminaron con la muerte de un estudiante de 17 años. 45
Los dirigentes nacionales de los partidos involucrados rechazaron esa conducta,
pero el PC fue más lejos. En conferencia de prensa, Corvalán dijo a los periodistas,
“sería erróneo creer que las discrepancias están circunscritas a Concepción. En
mayor o menor medida las encontramos en todo el país”.46 Más adelante, Corvalán
recuerda la preocupación del propio Allende por la reiteración de conductas como
ésas. En Concepción, los mismos sectores ultras habían constituido una Asamblea
del Pueblo, que era en el hecho, un poder paralelo al propio Gobierno de Allende.
Éste, en una carta enviada a los Jefes de Partidos de la UP les señala: “en la
provincia de Concepción se ha producido por segunda vez en tres meses un
fenómeno de tendencia divisionista que atenta contra la homogeneidad de la UP. No
44 José Tohá, militante PS, Ministro del Interior y Defensa de Allende, muerto en prisión.
45 Corvalán, L: “El Gobierno de... ”, página 240.
46 Ibíd. , página 241.