Los Jirondinos chilenos

La revolncion francesa de 1848 tnvo en Chile un eco poderoso. La qne la habia precedido en 1789, tau celebrada poi· la historia, había sido para nosotros, pobres colo– nos del Pacifico, solo un lampo de luz en las tinieblas. Sn jeniela de n1edio siglo mas t.arde tnvo al contrario todas las afinidades de la lnz i su irradiacioo. La ha– bíamos visto venir, la estudü\.han1os, la co1nprendíamos, la adrnirábamos: nos asim·ilába,nos a sus hombres por. la enseñanza de ellos recibida, a sus acontecimientos }~Or la prensa diaria, a sns aspiraciones por la repúbli– ca, qne era la fraternida1 a traves de los mares i de las razas. Así sucedió que la nueva de aquel cambio súbito pero profnudo, el destronamiento de un rei, la caida de nn nlinistro empecinado i soberbio, la elevacio.q de los hombres qne en cierta manera ~ran nuestros maes– tros por sns libros, la proclamacion d ) . · a hecha eu pt\Z co1npleta en medio d ~ Jtlbá_o.:1Ñq.J > Europa, i la sacudida rejeneradora Qé el ~sg:ioronfl.?c:> ( ~ ,.•' o \'l 4 - e,..-, .. : .;:.() ~ - <;.r, ..... ( " I I ...... ,¡ ~ 1 • ;;;:> • • t1 l ; 2- ~i . ·:~ ~- J-, •f' ' -:.-:

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