Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas

76 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA prácticas del contexto académico/formativo que son o pueden ser consideradas como un resguardo a la salud mental universitaria. El segundo apartado, nominado “Malestares en torno a la carga académica” se interesa por esbozar algunos de los impactos que podría tener la carga académica en la salud mental del estudiantado, y junto con ello, indaga en las particularidades y desafíos que implica el uso del tiempo para el segmento estudiantil. En ambos apartados se trenzan los distintos relatos de estudiantes, profesionales de salud mental, académicos/as y autoridades, como unamanera de integrar —o al menos intentar- lo— distintas perspectivas y experiencias que permitan la aproximación exploratoria a una problemática compartida. MISIÓN Y SELLOUNIVERSITARIO Las Universidades latinoamericanas contem- poráneas son producto de procesos sociohis- tóricos que las ubican como instituciones por excelencia de conocimiento, destinadas a la producción y transmisión de saberes que pro- vean de soluciones requeridas a los distintos segmentos de la sociedad (Vessuri, 2007). En esa dimensión, la Universidad de Chile, en tanto institución de educación superior, tiene como uno de sus principales objetivos la formación de personas que contribuyan al desarrollo y solución de problemas de la socie- dad. Para ello, según se indica en el “Modelo Educativo de la Universidad de Chile” (Uni- versidad de Chile, 2018), se promueve una impronta de excelencia y el más alto nivel de exigencia en la producción y transmisión de saberes en todas las esferas del conocimiento. El compromiso con los procesos formativos encomendados a la Universidad se busca rea- lizar de un modo integral y “en un marco de derechos, respeto y dignidad de las personas; promoviendo su autonomía, desarrollo indivi- dual y comunitario en un contexto de equidad e inclusión.” (Perez, 2021). La función formativa de la Universidad antes mencionada no es estática o invariable, sino que es comprendida en unmarco referen- cial abierto y dinámico (Universidad de Chile, 2018) que permanentemente se interroga a sí mismo para generar modos articulados y coherentes que le permitan prosperar en su misión y sus principios fundamentales para así delimitar el plástico margen de su actualidad (De la Cruz y Sasia, 2008). En este sentido, la institución universitaria es un espacio sensible que se enfrenta a un do- blemovimiento en el que busca generar cono- cimiento situado y pertinente a los problemas que su contexto le demanda sin descuidar sus principios estratégicos; busca transformarse a la vez que conserva, reproduce y amplía el conocimiento social; se propone ser pertinen- te y situada, sin abandonar su espíritu crítico y reflexivo; y asume los desafíos contempo- ráneos desde una perspectiva académica de excelencia a la vez que se aleja de convertirse en una empresa productora de conocimiento sometida a las demandas fluctuantes del mer- cado (Antanas, 2013). De este modo, la institución de educación superior puede ser figurada como un espacio en el que se transita entre lo que se podría no- minar como lo instituido , vale decir, lo estable- cido, normado y acordado, y entre lo institu- yente , es decir, ese polo institucional que busca

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