Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas

264 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA de Chile, 2016) para favorecer el bienestar del estamento en la Universidad. En el desglose de dicha experiencia, se pueden nombrar in- sumos que fueron recabados: el dispositivo de la Consejería Universitaria 2 (Jáuregui yWi- lliams, 2020), el trabajo con las organizacio- nes estudiantiles, el desarrollo de estudios y proyectos específicos asociados a la temática, la implementación de procesos comunitarios abocados a la convivencia, la calidad de vida estudiantil y el bienestar subjetivo del estu- diantado, la gestión institucional para la aten- ción de casos de salud mental, entre otros. El valor de trabajar y habitar entre estu- diantes; explorar, reconocer, acompañar y compartir las problemáticas, necesidades e ideas que les atraviesan, constituye un aspecto especialmente significativo para la DAE, pues otorga la posibilidad de acercarse al fenómeno de la salud mental y observar muy de cerca la experiencia universitaria. El foco específico que la DAE tiene en el estudiantado, la intimi- dad del lazo que logra establecer y la vivencia cotidiana de cohabitar unmismo territorio han permitido la aparición de aprendizajes, herra- mientas y capacidades en la materia. Antes de entrar de lleno en la salud comu- nitaria, es preciso destacar algunos aspectos relevantes que se disponen como marco ge- neral y que sientan las bases para el desarrollo de este tema, esto es, el avance que ha hecho 2 La consejería es un dispositivo de tra- bajo desarrollado por la DAE, que con- juga lo psicológico con lo educativo y suscita la instalación de un lugar de escucha y trabajo sobre las problemáti- cas del/de la estudiante a nivel subje- tivo, relacional e institucional, a fin de favorecer su inclusión académica y en la vida universitaria. la Universidad en el abordaje de los asuntos estudiantiles, para así comprender que éstos constituyen un factor indispensable para sos- tener una experiencia educativa de calidad. En esta línea, la preocupación ha crecido consi- derablemente durante la última década, y des- de ahí se ha logrado el desarrollo de políticas universitarias y múltiples acciones de acom- pañamiento, que atienden diferentes aristas relacionadas al paso por la educación superior (Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Co- munitarios, 2018). En términos prácticos, los avances en este ámbito han logrado materializarse en la crea- ción y el fortalecimiento de unidades de apo- yo (tanto a nivel de las unidades académicas como a nivel de los servicios centrales de la Universidad), el establecimiento de canales para la derivación de casos, el desarrollo de protocolos orientados a prevenir la violencia y la discriminación, la creación de plataformas informáticas para la coordinación interna, la generación de redes entre facultades, servicios universitarios diversos, entre otros. La proliferación de acciones relacionadas al bienestar estudiantil ha mantenido una preocupación específica por la temática de la salud mental, ya que un alto número de estu- diantes experimentan un deterioro de este ám- bito de sus vidas durante la etapa universitaria (Gallardo, 2019). El Plan piloto de Intervención Comunitaria en SaludMental desarrollado por la DAE señala la dificultad que experimenta un importante segmento del estudiantado para “ compatibilizar las exigencias académicas con la vida extrauniversitaria, el desarrollo personal, la vida familiar y el autocuidado” (DAE, 2019). Desde esta perspectiva, mantener una salud