Ensayando (im)posibles

88 Daniela Marini Salvatierra (Arica, Chile, 1974). Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual de la Universidad de Alcalá, en colaboración con ARTE-A y MNCARS. Licenciada en Artes con mención en Danza y Profesora Especializada en Danza de la Facultad de Artes, Universidad de Chile. Desde 1992 desarrolla procesos de investigación y realización escénica, presentando su trabajo en Argentina, México, Brasil, Uruguay, Francia, España, Israel, Alemania y Chile. Desde 1996 practica la docencia, guiando procesos de enseñanza-aprendizaje en diversos contextos vinculados a lo escénico. En 2012 se integra como académica al Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Gabriela García de Cortázar (Orsay, Francia, 1981) . Arqui tecta de la Universidad de Chile (2006), Máster en Architectural History, Bartlett, UCL (2010) y PhD por la Architectural Association (2017). Ha enseñado en Londres y Santiago, ha dictado conferencias en México, Chile e Inglaterra y entre sus publicaciones se encuentran “Margarita”, en ARQ, Chile; “Palladian Feet”, en AA Files 73, Inglaterra y “Argumentos gráficos”, en la Revista R 17, Uruguay. Desde 2020 es profesora asistente del Departamento de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, donde también dirige el Magíster en Arquitectura. La Sala de Espera. Apuntes sobre un trabajo de creación interdisciplinaria Gabriela García de Cortázar y Daniela Marini La Sala de Espera es un proyecto de creación en el que colaboran arquitectura y danza para explorar las posibilidades de los cuerpos en los espacios de la espera, a través de una pieza coreográfica desarrollada a la manera de un roman feuilleton . El proyecto utiliza la capacidad de la arquitectura para definir espacios y la posición de objetos en él, de “propiciar las condiciones para que un evento ocurra” (Tschumi, 1994), de modo de generar un escenario (una situación, una instrucción, una consigna) para que una pieza de danza se desarrolle. Por otra parte, el proyecto moviliza la capacidad creativa de la danza para explorar dicho escenario inicial, testear sus límites y, potencialmente, transformarlo. Tanto el evento como su registro son los principales productos del proyecto La Sala de Espera. La actividad creativa se desarrolla como un diálogo: arquitectura y danza comparten aspectos esenciales que las vuelven cercanas y, a la vez, poseen distancias radicales que las vuelven extrañas. Dentro de las primeras, comparten su foco en el espacio (a ser diseñado o registrado; a ser utilizado como “soporte”) y la tensión entre sistemas de notación y realidad (planimetrías, partituras). Dentro de las segundas, tienen una relación CAPÍTULO 2 LA TRANSFORMACIÓN PRESENTE

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