Orientaciones técnicas para desarrollar una práctica docente inclusiva en las disciplinas de las ciencias sociales

10. REFLEXIONES y discusión final. A continuación desarrollamos un conjunto de reflexiones que pueden aportar en la discusión sobre la gestión de procesos inclusivos al interior de la docencia y sobre aquellos orientados a mejorar las condiciones de personas en situación de discapacidad al interior de la educación superior. Estas reflexiones están organizadas de acuerdo a los énfasis que tiene cada rol (técnico, docente, etc.) pero sin duda pueden ser útiles para todos(as) quienes se involucren en avanzar en estas materias. Acerca de la gestión de procesos inclusivos Como primer acercamiento para desarrollar procesos inclusivos, un principio orientador que resulta relevante es trabajar bajo la convicción que la población de personas en situación de discapacidad no puede ser entendida como un bloque sin matices, pues cada persona tiene sus particularidades. De hecho, con los casos concretos de estudiantes en situación de discapacidad que han llegado hasta la Facultad, se ha puesto de manifiesto que el proceso de acompañamiento debe ser flexible y construir su objetivo dependiendo de cada estudiante. Este objetivo podría estar relacionado o no a su proceso formativo formal, pues se debe velar por que el o la estudiante aproveche al máximo el espacio universitario en su totalidad, con todas sus potencialidades para el desarrollo personal y no solo pensando en su rendimiento académico o su proceso formativo formal (plan de estudios). En este sentido, es muy relevante mantener al interior de los equipos, la expectativa de que el/la estudiante en situación de discapacidad (y en general cualquier estudiante) es capaz de alcanzar los mayores logros, pero siempre y cuando se asegure que el entorno no sea discapacitante. Por contraparte, muchas veces una visión individual o biomédica de la discapacidad que no pone el acento en el entorno, puede llevar a errores importantes de gestión y a cerrar oportunidades desde el prejuicio. Dicha flexibilidad del trabajo de gestión también es fundamental para que sea capaz de adaptarse a los ritmos de la docencia y a los tiempos del/de la docente (que no siempre es un/a profesor/a contratado 44 hrs. semanales) y además a los ritmos propios de la institución (paros, tomas, manifestaciones). Siempre habrá adversidades que escapan al equipo y que afectan la planificación del trabajo y es necesario levantar los procesos más allá de esas limitantes. En segundo lugar, si bien puede parecer obvio, es importante recalcar que sin entrar al aula y observar lo que allí ocurre, es prácticamente imposible triangular la información de los actores educativos de tal manera que permitan levantar un diagnóstico acabado de dónde están las barreras y recursos para el aprendizaje al interior de la práctica docente. En nuestra institución, al entrar al aula nos dimos cuenta que muchas veces el académico que realiza docencia no tiene tiempo para dedicarle a una planificación más acabada o flexible (desde DUA) aun pudiendo existir disposición a innovar y colaborar en temas inclusivos. Esto pone el acento en la institución en su conjunto, la que debe entregar mejores condiciones, posibilidades y recursos para la innovación y la docencia. En este sentido, se hace necesario invertir en recursos materiales y humanos para conducir la innovación,pero además se deben dar incentivos para mejorar la docencia y ponerla en valor al interior de las actividades académicas. No obstante lo anterior, es esperable que la innovación sea un proceso lento y paulatino de cambio de paradigma, que implica modificaciones en la cultura institucional y las creencias de los docentes, ayudantes, tutores y funcionarios de gestión sobre la docencia. Por último, hay que tener claro que avanzar en una educación inclusiva no se resuelve solo trabajando la docencia en dicha dirección. Lograr instituciones más inclusivas implica que toda la institución avance hacia allá, modificando su cultura, sus políticas y sus prácticas. Por ello es sumamente importante que haya un equipo de trabajo dedicado con áreas diferenciadas para conducir procesos de cambio, que trabaje de forma coordinada y colaborativa con diferentes actores clave. 45