Seminarios de investigación en tecnología. Carrera de Arquitectura. Semestre Primavera 2022

Seminarios de investigación en tecnología – Semestre Primavera 2022 13 2. Antecedentes 2.1. Habitabilidad y arquitectura La vivienda debe satisfacer las necesidades que tienen relación con la calidad habitacional, acompañada de varios conceptos, por ejemplo, el confort, el cual es denominado como ‘’el estado de comodidad y bienestar de las personas frente a una situación en particular, y en relación con su ambiente habitacional, se logra el confort cuando la persona no está expuesta a ningún tipo de malestar térmico, ruidos, olores y contaminación, entre otros’’ Aburto (Pag. 20, 2019). El confort térmico no sólo depende de factores ambientales; también de condiciones físicas, fisiológicas y psicológicas del ser humano, es por lo que su cuantificación resulta compleja, subjetiva y variable, y en la actualidad, dos son los conceptos planteados para la predicción de éste: Balance y Adaptación (Nematchoua, Tchinda, Ricciardi, & Djongyang, 2014). El bienestar habitacional también se debe entender como un pilar importante de la habitabilidad, ya que según los autores Albornoz y Alberto (2014) determina factores relevantes para evaluar viviendas, considerando lo físico espacial, psicosocial, térmico, acústico, lumínico, seguridad y mantención. Además de estos factores, influyen variables externas, como el entorno inmediato de una vivienda y un entorno más a nivel macro (comunidad). Así, la vivienda es la estructura para la habitabilidad, puesto que en su conjunto de condiciones brinda comodidad, satisfacción física y psicológica. Por lo anterior se debe entender que la habitabilidad y la arquitectura son dos vocablos íntimamente relacionados pero diferentes, ya que no hay arquitectura si no procura la habitabilidad, pero si puede haber habitabilidad sin arquitectura. Debido a que esta es una cualidad espacial que se fundamenta en múltiples aspectos más allá de los arquitectónicos, un lugar puede ser habitable, vivible, si tiene características afectivas que no necesariamente son físicos espaciales. Si se suman ambos aspectos se logra una plenitud en la experiencia de estar en un sitio. (Sánchez de Carmona, 2009, pág. 1) Aun así, según García y Guzmán (2018), la habitabilidad se puede medir y estudiar desde enfoques físico-espaciales, medioambientales y psico-espaciales, pero lo que compete a la investigación, solo se centro en los primeros dos. 1. Físico-espacial: Relacionado con el construir y el habitar, el habitante elabora una adecuación de elementos físicos que lo configuran, directamente vinculados con la estructura de relaciones sociales que los congregan. 2. Medioambiental: Relacionado con los procesos medioambientales, que ubica a la habitabilidad como factor decisivo en la determinación del desarrollo urbano sustentable. Estos términos dependen de la percepción de cada habitante, por lo que pueden variar, pero a su vez se debe comprender que la relación del concepto de habitabilidad está ligada directamente con necesidades básicas de la vivienda como el adecuado confort térmico,

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