Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes

Sobre este libro. De la responsabilidad estudiantil a la universidad letrada F ederico N avarro Me tomó casi dos décadas llegar a este libro. La historia comenzó en el año 2004, cuando enseñaba escritura en la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina. Recuerdo que les docentes debíamos usar un ma- nual organizado en aspectos morfológicos, sintácticos, textuales y dis- cursivos (en ese orden) para cursos de ingreso masivo que recibían a miles de estudiantes indiferenciades. En una de las unidades, había que enseñar las macrorreglas cognitivas (no necesariamente conscientes) que utiliza la mente-cerebro para resumir, según los modelos cognitivos de comienzos de los años 1980. En otra, debíamos enseñar las caracte- rísticas del tipo textual argumentativo. No faltaban las reglas para uso de la b , la j , la z . La influencia de los estudios literarios hacía que combiná- ramos estos requisitos con la lectura del maravilloso Boquitas pintadas, de Manuel Puig. No teníamos mucha idea de cómo debía ser una pedagogía de la lectu- ra y la escritura en educación superior, ni tampoco usábamos evidencias para fundamentar las propuestas. Lo único que teníamos a mano eran teorías sobre la lengua y sobre la literatura. Tampoco sabíamos muy bien cómo conciliar la enseñanza algo contenidista sobre adverbios o argu- mentación, la orientación hacia el discurso académico escrito, los recur- sos literarios que apelaban a las hablas populares y la práctica intensiva que posibilitaba un curso obligatorio. Les estudiantes aceptaban esta rea- lidad con infinita paciencia, sin protestar, pero muches de elles quedaban en el camino. No había demasiadas distinciones entre áreas disciplina- res, ni mucho conocimiento de las clases de escritura que les estudiantes efectivamente necesitaban para transitar la universidad. Tampoco había demasiado espacio para que les estudiantes no tradicionales pusieran en cuestión nuestros saberes, nuestras tradiciones ni nuestros discursos. Una década después edité el Manual de escritura para carreras de hu- manidades (2014), en la Universidad de Buenos Aires. En este caso, la novedad estuvo en prestar atención a la diversidad de formas de comu- nicar y de construir conocimiento en las disciplinas, es decir, en adop- tar una perspectiva de escritura a través del currículum. Los capítulos del manual se organizaron en géneros discursivos, es decir, clases de

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