La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

común, de tergiversaciones, de interpretaciones polarizadas en medio de un verdadero cruce de culturas que coexisten superpuestas en la escuela. Un fenómeno que mostró en estos estudios, su compleja conexión con el mundo social e histórico, en su carácter de eje de las relaciones humanas en la institución escolar, las que como bien señala Bourdieu, comparten de “la violencia inerte” de las estructuras económicas y sociales. Los estudios realizados han identifcado pautas recurrentes de compor tamientos al interior de esas comunidades y desde la perspectiva de los propios actores. Se trata de investigaciones abordadas desde una óptica comprensiva que penetra en la realidad de las instituciones educativas, develando las relaciones de poder y las prácticas disciplinarias de las culturas que interactúan en ellas. En esta perspectiva, en la escuela se gesta oculta a la mirada de sus autoridades, un mundo subterráneo, una subcultura de jóvenes que hablan su propio lenguaje, inventan códigos crípticos para comunicarse con sus pares, consumen drogas, música y carretean conformando un universo infnitamente distinto al mundo adulto. El sistema educativo posee una lógica específca, actualmente un tipo de mercado competitivo en que se pliegan y despliegan diversos tipos de capital económico, cultural, simbólico. Lógica que tiene una rigidez estructural casi anacrón i ca y que i ncuba tens i ones que ent raban signifcativamente el logro de los postulados de calidad y equidad. Un submundo que no origina una rebelión en el mundo educativo, sino que más bien transgresiones parciales que llevan a los estudiantes a construir su propio mundo y a apartarse de la educación formal que los agobia. Nos encontramos ante una representación compleja y múltiple de una real idad, la escuela, con discursos contrapuestos. En la experiencia, profesores y estudiantes, 8

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