La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

Acoso escolar en las aulas chilenas Adriana P. Valenzuela Rojas El fenómeno violencia ha adquirido una dimensión globalizada y un efecto demostración ya que en forma instantánea los medios de comunicación de masas transmiten acontecimientos que a nivel planetario difunden, atentados, crímenes, masacres entre otras expresiones de violencia. Es un fenómeno creciente cubre todos los sectores de la sociedad, pasando a formar parte en alguna medida de la vida cotidiana en la sociedad contemporánea. En este contexto, el espacio escolar no es la excepción, ya que se producen recurrentemente en su interior, múltiples expresiones de violencia, que adquieren un creciente carácter agresivo y su ocurrencia es muchas veces impredecible. Si bien, se puede afrmar que la violencia escolar siempre ha existido, sin embargo, “la incidencia en la escuela de los procesos sociales y modelos violentos de la sociedad globalizada, es cada vez mayor y más complejos” (Merino Fernández. J., 2006). Los confictos son parte del diario vivir, son inevitables, no son buenos ni malos, simplemente existen. “Es una situación en la que dos o más personas entran en oposición o desacuerdo de intereses o posiciones y la relación entre las partes puede terminar deteriorada en distintos grados. Las emociones y sentimientos que nos pueden acercar a algunas personas, también nos pueden provocar rechazo y generar una mala relación con otras. Los confictos son 146

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