Historias de vida de directoras escolares: contexto y voces

46 HISTORIAS DE VIDA DE DIRECTORAS ESCOLARES: CONTEXTO Y VOCES En el cuarto año de sus estudios universitarios, su familia vivió la pérdida del padre en forma inesperada. Fue un tiempo muy difícil, pero las interminables muestras de cariño, reconoci- miento y compañía de tantas personas que los conocían les ayudaron a enfrentar el duelo. Su madre, con gran fortaleza y sabiduría, los empujo a retomar y seguir la vida. El primer año fue triste y cuesta arriba en cada fecha o actividad que los reunía como familia. Una de las cosas que aportó a la superación y aprendizaje de vivir con el dolor de la pérdida fue el soporte afec- tivo que le brindaba el círculo familiar y de amigos y, sobre todo, la figura potente y decidida de su madre. Ese año Vilma y su hermana mayor terminaron su formación universitaria, la tercera hermana ingresó a la universidad y su hermano paso a cuarto medio. Se abría una nueva etapa con nuevos desafíos y responsabilidades. Primeras experiencias pedagógicas Su primera experiencia de trabajo pedagógico ocurrió inmediatamente después de que culmi- nó sus estudios, en 1983. El marido de una profesora de la universidad tenía dos escuelas y, entonces, cuando nosotras llegamos en marzo como egresadas -de hecho, mi examen de grado lo di ese mes- ella me dijo: ‘¿tú tienes trabajo ahora?’, ‘no, no tengo’, le respondí. ‘¿Quieres trabajar?’, ‘sí’, le dije. Entonces, agregó: ‘anda donde mi marido porque necesita una profesora’ y yo llegué allá, él me entrevistó y me dijo: ‘vente a trabajar aquí todo el día’. Yo trabajaba desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Cuando inició su etapa laboral nunca cuestionó la distancia y condiciones de su lugar de traba- jo. Atravesaba todo Santiago a diario y trabajaba en un centro comunitario con mínimos recur- sos para la labor docente. Sus colegas tenían una formación muy variada, pero al estar todo el día juntos establecían lazos de camaradería y un positivo clima laboral. Los y las estudiantes, en su mayoría, presentaban discapacidad por sus reiterados fracasos en el sistema común, por lo que el trabajo afectivo y de contención emocional era lo prioritario para obtener logros. Todos los días, nuevas y crudas historias de vida y familiares enriquecieron su formación profesional. La efervescencia política era parte del escenario escolar, en muchas ocasiones tenían que ir a sacar a personal de la escuela de cuarteles policiales cuando había protestas o paros. Atra- vesaba poblaciones custodiadas por fuerzas militares con armas apuntando a las casas. Era imposible normalizar esos hechos. Los y las estudiantes relataban situaciones violentas y de abuso desmedido de la fuerza. Estos dos aspectos tensionaban constantemente su forma de mirar la vida. Por una parte, valoraba la vida privilegiada donde se desarrolló y, por otra, amplia- ba la mirada abarcando la situación sociopolítica de la época. Hubo tiempo para incorporarse al Colegio de Profesores, conocer experiencias de personas que habían estado en el exilio y militantes contrarios al gobierno 10 , y acceder a literatura censurada. Mientras trabajaba en esta escuela en la Región Metropolitana, durante el año 1985, se le pre- sentó la oportunidad de realizar labores como docente en una escuela municipal, por lo que dividió su jornada en dos para trabajar en ambas. Se trataba de un establecimiento reconocido en el ámbito de la educación diferencial. Es en este establecimiento en el que desarrollará gran parte de su carrera como docente y directiva. 10 Dictadura militar: periodo político en Chile que se inició en 1973 y se extendió hasta 1989.

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