Historias de vida de directoras escolares: contexto y voces

13 HISTORIAS DE VIDA DE DIRECTORAS ESCOLARES: CONTEXTO Y VOCES es la actitud básica que caracteriza las relaciones de atención y confianza. El otro puede tener a veces razón y debemos ser persuasivos. Sin embargo, incluso cuando el otro está equivocado, debemos responder con cuidado a su necesidad de consideración humana (Noddings, 2012). Precisamente, a partir de Noddings, Smylie et al ., (2016) ha presentado la propuesta de lo que se ha dado en llamar un liderazgo escolar del cuidado ( caring school leadership ), como un lide- razgo que es en sí mismo “caring”, pero que, al mismo tiempo, cultiva comunidades de cuidado en sus escuelas. Lo primero es el cuidado, el modo y la motivación de las acciones e interaccio- nes del líder. Lo segundo, promueve el cuidado en los demás y desarrolla el cuidado como una cualidad o característica de la organización escolar. El liderazgo escolar del cuidado también implica el desarrollo de contextos afectivos más allá de la escuela. (p.15) Leithwood distingue “cuatro vías” para influir en la mejora de los aprendizajes del estudiantado (la vía racional, la emocional, la organizacional y la familiar). Los mejores líderes y directivos en la pandemia han sabido cambiar el foco de lo pedagógico a lo socioemocional (afectos, em- patía, emociones, cuidado, entrega, confianza). Es esta vía emocional, más que la racional, los sentimientos, disposiciones o estados afectivos de los miembros del personal (tanto individual como colectivamente) la que determina la naturaleza de su trabajo, por ejemplo, el sentido de eficacia de los profesores. Durante la pandemia, esta dimensión se ha visto más actualizada y reivindicada por líderes que han trabajado conjuntamente con otros, al tiempo que han sabido cuidar de los demás, de las necesidades cada vez más complejas de los estudiantes, los pro- fesores, los administradores y el personal, especialmente durante el caos de la pandemia de coronavirus. Orientarse en sus actuaciones al cuidado, relaciones, necesidades y espíritu de la gente, al tiempo que cultivar deliberadamente la ciencia de la colaboración, son dos fuerzas que se alimentan mutuamente en las actuaciones exitosas de líderes. Fullan y Edwards (2021) encuen- tran la esperanza en el poder de la colaboración apuntalada por el “trabajo del espíritu” -el cui- dado y el amor de los estudiantes como aprendices- y captan cómo algunos distritos escolares están creando un entorno de aprendizaje profundo para todos. Para terminar esta presentación, quiero destacar, primero, el marco contextual de este libro, la dirección escolar en Chile, en una excelente revisión de Carlos Beca; y, segundo, el marco conceptual de la mujer y la dirección que presenta Andrea Carrasco Sáez. En estos marcos y desde este apunte sobre el liderazgo de cuidado, creo, pueden ser leídas las historias de vida profesionales presentadas en la Segunda Parte, la puesta en escena del relato y su trama que hacen Vilma, Alondra, Irene y María Eliana a requerimiento de la investigadora. De este modo, el relato autobiográfico es fruto de las interpretaciones que las personas hacen de los aconte - cimientos de la vida. Referencias Bolívar, A. (2014). Las historias de vida del profesorado: voces y contextos. Revista Mexicana de Investigación Educativa , (62), 711-734. Camps, V. (2021). Tiempo de cuidados: otra forma de estar en el mundo . Arpa. Carrasco, A. (2021) La construcción de conocimiento profesional e identidad de directoras de establecimientos educacionales chilenos. Pensamiento educativo , 58(1), 1-19. Carrasco, A. y Barraza, D. (2020). La confianza y el cuidado en el liderazgo escolar de directoras chilenas. Revista Calidad en la Educación del Consejo Nacional de Educación , (53), 364-391.

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