Historias de vida de directoras escolares: contexto y voces

10 HISTORIAS DE VIDA DE DIRECTORAS ESCOLARES: CONTEXTO Y VOCES Contextos y voces Si bien en las historias de vida, como se puede leer en la Segunda parte, de Vilma, Alondra, Irene y María Eliana, aparece un conjunto de datos personales, para que estos datos adquieran un sentido, no pueden permanecer como personales y privados, sino que se los debe inscribir en la “construcción social del proceso de enseñanza”. El respeto por el carácter idiosincrático y singular (autobiográfico y personal) es una cara del asunto que debe ser considerada, pero esto no debe impedir análisis más contextuales. La vida individual debe inscribirse en un contexto social más amplio que la dote de sentido, como propone Goodson (2003). Este es el Marco histórico y conceptual que se presenta en la Primera parte. En él, las vidas y trayectorias profe- sionales de las profesoras tienen una “genealogía del contexto”, por decirlo con la terminología de Goodson (2003), que les aporta una significación, las dota de un sentido más extenso, y les otorga relevancia a lo que dicen y sienten. Si la conciencia personal es construida, es preciso incluir al constructor (contexto social) junto al que habla. Como hemos sostenido en otros trabajos (Bolívar, 2014), los discursos originarios de los docen- tes deben ser re-presentados al servicio de los propósitos académicos del investigador, por lo que respetar en exceso el discurso emic de los profesores, cifrándose en el sentido herme- néutico de sus voces, conduce a que la interpretación quede presa dentro de los horizontes de los interpretados, imposibilitando toda explicación comparativa, generalizable o teórica, lo que torna superflua cualquier tarea de análisis. En esta situación, partiendo de la afirmación de que los relatos no son tan idiosincráticos que impidan su tratamiento, Goodson (2017) se pregunta, ¿cómo (re)presentar a los profesores en medio de esta crisis representacional? La necesidad de situar, como investigación, las voces en los contextos, proviene de que, dado que el sujeto es un proyecto reflexivo, en continua elaboración, como han resaltado Giddens o Ricoeur, no una entidad estable y fija, el relato de vida, como voz “auténtica”, se realiza siempre desde la perspectiva de una coyuntura temporal (y personal) particular, por lo que proporciona una conciencia parcial y selectiva en esa construcción del yo. La distinción entre “life story” (relatos de vida) y “life history” (historia de vida como relato si- tuado en un contexto histórico), paralela a la francesa entre “récits de vie” e “historie de vie”, permite conjuntar el componente individual con el social. En español, “historia de vida” puede abarcar ambos sentidos. La gente cuenta historias de sus vidas, los investigadores, en cambio, deben convertir estos relatos ( stories ), con el adecuado tratamiento metodológico, en historias de vida ( life histories ), que son la reconstrucción de la vida del sujeto a partir de distintas fuentes. Por eso mismo, los relatos deben ser complementados con otras narraciones del mismo suje- to, en otros espacios y tiempos, en primer lugar, y con otros medios (documentos, testimonios orales) que, de modo “triangulado”, contribuyan a comprender el contexto donde toman un sentido más amplio. Sin la dimensión contextual, nuestro análisis narrativo queda limitado a un tratamiento individualista fatalmente incapacitado para proporcionar una representación del ámbito que queremos comprender. Como resalta Goodson (2017), [la] historia de vida, junto con otras fuentes de datos, “triangula” la historia de vida para localizar su significado más amplio. De este modo, la historia de vida está plenamente contextualizada en tiempo y lugar y es menos maleable y manipulable. Esto es lo que se entiende por una historia de acción dentro de una teoría de contexto. (pp.5-6) La tarea del investigador es construir un informe de investigación, en el fondo un nuevo relato, como resultado de haber conjuntado, de acuerdo con la metodología apropiada, los relatos de acciones en una genealogía del contexto que los comprende, como ha subrayado Goodson (2003). La narración biográfica debe ser inscrita en un contexto social más amplio del que for -

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